El Deportivo se estrenó con victoria (3-2) en la nueva temporada gracias a la primera montaña rusa del año en Riazor. El equipo de Anquela fue muy superior durante más de una hora, pero la herida de Mallorca, todavía con la cicatriz fresca, y la falta de movimiento en el banquillo, le dieron al Oviedo la oportunidad de levantarse cuando llevaba tiempo en la lona. El arrebato final sirve para seguir curando la herida de Son Moix y, al mismo tiempo, mandar un mensaje a los gallitos de la categoría: el Dépor cuenta como el que más.
- Con fuego real. Las buenas sensaciones que dejó el equipo en el Teresa Herrera no pasaron inadvertidas para Anquela, que pese a restarle importancia a la actuación ante el Betis, optó por repetir el mismo once. Esta vez en competición, ya con puntos en juego, el Dépor dio la misma imagen de equipo serio. Y no por la presión asfixiante al rival, sino por saber mover el balón con paciencia ante un Oviedo al que no le interesaba ni la pelota ni ir a buscar a los blanquiazules.
- Y llegó el VAR. Muchas decisiones controvertidas ha sufrido el conjunto coruñés en las últimas temporadas y quizá por eso la llegada del VAR se esperaba con ansia. Y menos mal, porque ni siquiera 20 minutos había tardado el asistente en quitarle un gol legal a Koné. Por fortuna, la tecnología ha llegado también a Segunda para mostrarle a Ocón Arraiz que el marfileño había arrancado por detrás del defensa cuando Borja Valle disparó a puerta.
- Falta veneno. Con Shibasaki a los mandos y Borja Galán castigando al espacio, el Dépor empezó a llegar con frecuencia al área asturiana. Faltó mala intención, faltó veneno, porque prácticamente ninguna de esas amenazas terminó siquiera con un disparo a puerta. Borja Valle y Koné se quedaron varias veces a medias cuando ya habían llegado a línea de fondo.
- Resquicios de los grandes. La segunda mitad comenzó con un recordatorio de que el conjunto blanquiazul todavía va a ser uno de los equipos importantes de la categoría. Portero que da puntos, con Dani Giménez solventando un remate a quemarropa, y calidad diferencial arriba. Esa la puso Aketxe, que tras una gran jugada colectiva para salir de la trampa en un saque de banda sacó a pasear su famosa zurda para poner el segundo.
- Todavía hay que cicatrizar. No podía ser tan bonito. Con todo perdido, el Oviedo dio un paso adelante metiendo un punta por uno de sus mediocentros y Anquela no tuvo respuesta. Ni táctica, ni con hombres de refresco. El primer cambio llegó en el minuto 79, cuando los asturianos ya habían empatado el encuentro. Primero a balón parado, en un error grave, y después en un central lateral que le permitió a Obeng rematar solo. La herida abierta en Mallorca comenzó a escocer.
- Santos se queda. Después de un año con poco protagonismo y un verano con la etiqueta de transferible, parece que Christian Santos tenía ganas de reivindicarse. Cuando apenas llevaba unos minutos sobre el césped, el venezolano se inventó un golazo para dejar los primeros tres puntos del curso. Pinchó un pase largo de Lampropoulos y al mismo tiempo le hizo un sombrero al central del Oviedo, para armar rápido un zurdazo imparable y desatar la locura.
FICHA TÉCNICA
RC Deportivo: Dani Giménez; Bóveda, Somma, Lampropoulos, Caballo; Bergantiños, Shibasaki; Galán, Aketxe (Nolaskoain, min.90), Valle (Longo, min.79); Koné (Santos, min.85).
Real Oviedo: Alfonso; Johanesson, Carlos H., Bolaño, Mossa; Cortina (Obeng, min.67), Lolo, Tejera (Ibrahima, min.90); Sangalli, Ortuño (Riki, min.86), Berjón.
Goles: 1-0, min.19: Koné. 2-0, min.56: Aketxe. 2-1, min.69: Somma, en propia puerta. 2-2, min.78: Obeng. 3-2, min.89: Santos.
Árbitro: Ocón Arraiz, colegio riojano. Amonestó a Carlos Hernández, Mossa, Tejera en el Oviedo.
Incidencias: Estadio de Riazor, 20.534. Partido correspondiente a la primera jornada de Segunda División de la temporada 2019-2020.