Tras un inicio de 2017 fatídico en lo que a resultados se refiere, el Deportivo afrontará en las próximas semanas varios partidos que pueden ser determinantes en la lucha por la salvación. Después de caer ante el Alavés en lo que fue un Déjà vu de lo vivido en jornadas anteriores, el cuadro blanquiazul jugará tres de sus cuatro próximos choques ante equipos de la zona baja de la clasificación.
El primero de esos encuentros tendrá lugar el próximo sábado, cuando el Dépor se vea las caras en Butarque con el Leganés, que ahora mismo suma un punto menos que los de Garitano. Así, aunque Luisinho evitó denominar como «final» este duelo, lo cierto es que las cosas pintarían realmente mal para el cuadro gallego si no consigue sumar ante los pepineros.
El jueves 2 de marzo, otro equipo madrileño, el Atlético de Madrid, será el rival de los herculinos. Este parece, a priori, el encuentro más complicado para el Dépor en el futuro cercano. Sin embargo, los colchoneros llegarán tras jugar en Champions League ante el Leverkusen y en Liga frente el Barcelona, algo que quizá pueda mermarles en su visita a Riazor.
Sólo tres días después, tocará enfrentarse a un rival mucho más directo, el Sporting de Gijón. El cambio de entrenador no parece haber surtido efecto en el conjunto rojiblanco, que continúa en puestos de descenso. Al igual que sucederá en el choque ante el Leganés, regresar a A Coruña con los tres puntos bajo el brazo supondría una gran inyección de moral para el Deportivo.
Por último, el miércoles 8 se disputará el partido aplazado contra el Betis. A día de hoy, los andaluces suman cinco puntos más que el Deportivo, aunque desde la llegada de Víctor Sánchez a su banquillo todos sus partidos fuera de casa se han traducido en derrotas. La última, una dolorosa goleada (4-1) ante el Granada, otro de los equipos del vagón de cola de LaLiga.
De esta forma, y aunque el propio Garitano admitió que «la situación es difícil», el Deportivo tiene ante sí la oportunidad de revertir su mala dinámica si logra vencer a varios rivales directos en la pelea por eludir el descenso.