El mejor Dani Giménez vuelve a estar bajo los palos deportivistas. Así lo demuestran sus últimas actuaciones, coronadas el pasado domingo con un espectacular partido en Albacete, donde paró un penalti y realizó varias intervenciones de mérito. Después de una primera vuelta en la que no se vio su mejor versión, arrastrado por el mal momento del equipo, el meta gallego parece estar volviendo a mostrar el rendimiento con el que maravilló la pasada campaña.
A sus 36 años, Dani Giménez es pieza capital en el conjunto deportivista. Titular en 70 de los 73 partidos oficiales que ha disputado el Dépor desde su fichaje en el verano de 2018, su veteranía lo convirtió en uno de los líderes del vestuario siendo apenas un recién llegado. Tanto es así que en su primera campaña fue elegido por el resto de sus compañeros como uno de los capitanes del equipo.
A esa confianza por parte del vestuario le acompañó un nivel espectacular en su primera temporada. Antes de su llegada a A Coruña, Dani Giménez solo había sido titular fijo una temporada de las nueve que había estado en el fútbol profesional, en el Alcorcón, por lo que su fichaje podía generar algunas dudas. Desde el primer día, el portero de Vigo se encargó de disipar todas ellas.
Caída de rendimiento en la primera vuelta
45 partidos y 37 goles encajados fueron los números del arquero deportivista en su primera temporada. Su espectacular rendimiento le puso la etiqueta de jugador clave para la campaña actual. Sin embargo, según se fue apagando la luz del equipo en la primera vuelta, se fue apagando la del propio Dani Giménez. Las paradas de mérito fueron siendo cada vez menos, el riesgo a la hora de jugar con los pies pasó a dar sensación de inseguridad y los errores en algunos goles comenzaron a aparecer, como en los partidos frente al Málaga o Fuenlabrada.
Parecía que el Dani de la primera temporada ya no estaba en la portería deportivista. Incluso la buena actuación de Koke Vegas frente al Illueca en Copa del Rey amenazaba con abrir un debate en la meta blanquiazul. El arquero vigués cerró la primera vuelta con 35 goles encajados en 21 partidos. Unos números que no lo señalaban directamente a él, pero contra los que no había podido hacer nada.
Año nuevo, vida nueva
Sin embargo, con la llegada de 2020 todo ha cambiado. La reacción del conjunto coruñés ha venido acompañada por una subida de rendimiento por parte de su portero. Un gol encajado en los últimos cuatro encuentros muestra que no solo el equipo ha crecido defensivamente, si no que cuando los zagueros no han podido salvar algunas jugadas, allí ha estado Dani Giménez. Sus paradas para mantener el empate ante el Racing de Santander son el mejor ejemplo.
El partido de Albacete fue la confirmación de la vuelta del portero deportivista a su mejor nivel. Un duelo que comenzó de forma curiosa para él, ya que el pitido inicial se tuvo que retrasar debido a un problema con sus guantes. Dani hizo un encuentro espectacular. Varias paradas de mérito ante los ataques del Albacete y, sobre todo, un penalti detenido a Dani Ojeda, hicieron que se mantuviese el 0-1. Fue el tercer partido imbatido de los últimos cuatro para un portero blanquiazul que ha recuperado su mejor versión en un momento clave de la temporada.