«Igual que llegué, me voy». Esa es una de las frases de la despedida de Dani Mallo en un comunicado en el que anuncia su retirada del fútbol en activo. Como él mismo dice, se marcha «sin dramas, sin focos, sin flashes». Publicando una imagen de sus guantes y botas colgados en un vestuario.
Desde Cambre a la Champions League. Después de 20 años en activo y a sus 38 años, Dani Mallo ha anunciado su retirada a través de sus cuentas en las redes sociales. Una carrera que comenzó en el filial del Deportivo, el Fabril, en 1997. De ahí pasó al primer equipo, donde estuvo hasta 2006 y con el que ganaría una Copa del Rey y una Supercopa. Después de defender la blanquiazul, ha pasado por otros equipos como el Elche, el Sporting Braga, el Falkirk, Girona, Lugo, Albacete y hasta probó fortuna en la India, donde se hizo con la Súper Liga en el Atlético de Kolkata. En este último equipo coincidió con Borja Fernández, también ex del Dépor.
Como él mismo dice, «todo empieza y todo acaba». Ahora, Dani Mallo emprende una nueva aventura alejado de los terrenos de juego pero ligado con el mundo del balompié. Además de haber colaborado en varias ocasiones como columnista en Riazor.org, ha participado con diversos medios coruñeses analizando la actualidad del Deportivo.
Esta ha sido su despedida:
«Todo empieza y todo acaba. Hace 20 años empecé a dedicarme en cuerpo y alma al fútbol y hoy lo dejo. Sin dramas, sin focos, sin flashes. Igual que llegué, me voy», escribe el de Cambre en un comunicado. «Gracias a todos mis compañeros y entrenadores; de todos ellos he aprendido cosas. He sufrido, llorado y perdido mucho. Pero alguna que otra vez también he ganado, disfrutado y celebrado. Con esto me quedo. Gracias FÚTBOL. Por todo lo que me has dado y toda la gente que me has presentado en estos 20 años», continúa. «¿Quién podía imaginarlo? Desde Cambre me llevaste a la Champions, a la Europa League, a la Liga, a Portugal, a Escocia, hasta a la India, al Dépor, a la selección, a ganar títulos…todos ellos se los dedico a mi familia: a mis abuelos, a mis padres, a mi hermana, a mis tres hijos y a mi mujer; a ellos que me aguantaban cada derrota, cada cabreo y cada gol que me marcaban», añade. «¡Hasta pronto fútbol! ¡Hasta siempre fútbol!».