Con el paso de las semanas, viendo que Luisinho sigue formando parte de la disciplina deportivista, que Juanfran Moreno no llegará por lesión al inicio del campeonato y que todavía no está decidida la continuidad de Saúl como blanquiazul, el debate sobre la idoneidad de que el lateral zurdo luso siga formando parte del conjunto coruñés está servido. Dos de nuestros redactores se enfrentan en este contrapunto, ¿con cuál estás de acuerdo?
¿Debe el Deportivo quedarse con Luisinho?
SÍ| PABLO ANTELO
Creo que para tomar una decisión en relación a Luisinho, hay que analizar tres factores: el económico, el deportivo y el convivencial dentro del vestuario. El primero, el económico, deja claro que su salida, tras varias semanas de mercado de fichajes y sin ofertas de ningún club, pasaría por una rescisión de su contrato, carísima para las arcas blanquiazules y que además obligaría a traer a otro futbolista para su lugar. Un disparate. En el deportivo, Garitano ya dejó claro en la primera rueda de prensa de pretemporada que es un futbolista de su agrado, y desde luego, su calidad para formar parte del primer equipo está fuera de toda discusión.
El último factor, que al parecer es el desencadenante de esta situación, es el de su comportamiento dentro del vestuario y sus consecuencias en la convivencia con el resto del plantel. Pues bien, en un equipo de fútbol, como en cualquier trabajo, uno se debe a la empresa que le paga su salario, y al igual que en cualquier empleo, hay compañeros con los que hay mejor o peor relación, e incluso compañeros con los que se puede tener algún problema en el plano personal, pero la profesionalidad debe de estar por encima de todo eso. Con un cuerpo técnico nuevo y entre personas adultas, creo que se debe luchar por lograr un entendimiento y no permitir que un conflicto entre profesionales perjudique económicamente y deportivamente al club.
NO| MIGUEL SANZ
Futbolísticamente, Luisinho es un jugador sin duda válido para el Dépor. Vertical en ataque, sobrio en defensa y físicamente sobresaliente. En el terreno de juego, sólo puede echársele en cara el ser expulsado más de lo necesario. Sin embargo, sus virtudes sobre el césped no compensan sus deslices fuera de él. “A mí Luisinho no me ha hecho nada”, comentó Garitano en una de sus primeras ruedas de prensa. Tampoco se lo había hecho a Víctor Sánchez cuando éste llegó, pero poco a poco situación se fue descontrolando y el portugués acabó llegando a amenazar a su entrenador, que tras finalizar la liga fue destituido sin titubear por Tino Fernández.
El propio Tino aseguró que también Luisinho abandonaría el club, ya que “esa comunión que tiene que haber en el vestuario no sería fácil con su presencia”. Y es que en ese vestuario continuará con casi total seguridad Alejandro Arribas, con el que Luisinho tuvo varios enfrentamientos a lo largo de la última temporada y que ha pedido públicamente la salida del portugués. Ahora mismo, el lateral es una auténtica bomba de relojería y una nueva explosión generaría en el vestuario un mal ambiente como el que la pasada campaña casi acaba con el Deportivo en Segunda División. Por tanto, volvemos al punto inicial: Luisinho es un buen jugador, pero su personalidad hace que mantenerlo en el equipo no merezca la pena.
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