Donato fue uno de los jugadores que mejor rendimiento ha dado en el Deportivo. Llegó desde el Atlético de Madrid y se convirtió en uno de los pilares del equipo, hasta el punto de ser el autor del primer tanto en el partido contra el Espanyol que hacía al equipo campeón de Liga. Ahora, en una entrevista concedida a Underground Football, reconoce que ha perdido la ilusión de formar parte del Deportivo en el futuro.
¿Qué hace Donato a día de hoy? El que fuera jugador del Deportivo ha sido entrevistado por la revista Underground Football donde explicó que en la actualidad colabora con «una empresa de consultoría que lleva productos españoles a Brasil y trae productos brasileños a España«. Además, hace labores de análisis de jugadores y en la «revista Coruña Sport donde se habla mucho del Deportivo, del Real Madrid, del Barcelona, del Atlético de Madrid…».
Cuenta Donato, además, que alternó varios trabajos en sus inicios como futbolista. «Trabajaba en tiendas de ropa, vendía paraguas… Y esto lo hacía porque mi padre trabajaba, era electricista, y hacía grandes cosas para traer dinero a casa. Y yo quería ayudar. No quería que dependiéramos únicamente de su dinero. Además, era un adolescente… Y quería comprarme mis chicles, mis golosinas… Entonces empecé a trabajar temprano, justo antes de empezar al fútbol yo era cerrajero en la ciudad de Rio de Janeiro. Y allí empecé a jugar en mi primer equipo, el America de Rio de Janeiro».
Así fue su llegada al Deportivo
«Desde que fiché por el Deportivo sabía que encontraría acomodo y un buen equipo. Estaban Mauro Silva, Bebeto… Habían hecho una gran temporada y para mi el objetivo era poder ayudar lo máximo posible. Iba a un equipo grande pero era un riesgo porque dejaba el Atlético de Madrid. Pero para mi fue lo mejor que pudo pasar. Firmé un contrato por cuatro temporadas y tenía 31 años. La gente se quejaba y decía que Lendoiro estaba loco. Y mira, luego estuve diez años. Entonces, para mi fue una gran etapa. Estuve con muy buenos jugadores, dejamos huella y creo que lo conseguimos hacer aquí será difícil que alguien lo repita. Creo que ahora mismo la situación del club no es la mejor y el Deportivo difícilmente montará un equipo como aquel», así recuerda en la citada revista su llegada al Deportivo.
Una plantilla que destacó por su «unión en el vestuario», donde existía «un respeto dentro del vestuario y cuando la gente venía de fuera y veía ese respeto… Entraba bien en la filosofía, en esta familia. El Deportivo tenía eso de bueno… Teníamos jugadores como Bebeto, Mauro Silva, Naybet… Un gran equipo. Gente que venía con ganas de ganar títulos, y el Deportivo lo hizo muy bien porque traía gente de equipos grandes que llegaba con ganas de ganar títulos. Yo, por ejemplo. Creo que eso fue el mayor mérito del Deportivo, el mayor acierto. Traer jugadores para formar una buena plantilla. Llegabas y estabas con gente que sabía donde estaba y lo que quería conseguir. Cada uno jugaba e intentaba aportar lo máximo posible. El vestuario del Deportivo era como una familia».
Irureta y la edad de Donato
No fue fácil la relación entre Donato y Javier Irureta. «Tengo mucho respeto a Irureta, como con todos los entrenadores, pero tuve una gran lucha con él por el tema de la edad». Explica el centrocampista, luego reconvertido a defensa, «parece que tuve que romper la barrera que indica que los jugadores con 32 o 33 años tienen que estar en el banquillo sí o sí. Y no. Lo veo injusto. Con Irureta pasaba esto. Siempre estaba mirando la edad. Si me quitaba del once titular la excusa era la edad».
Relató que «si tú no estás contento con mi trabajo vienes y me lo dices pero no puedes estar todo el tiempo con el tema de la edad. Y eso era lo que más me molestaba. Pero ya te digo, tenía mucho respeto porque siempre he tenido que pelear con mis entrenadores para demostrarles que estaban equivocados, e Irureta fue uno más. Siempre que yo jugaba el equipo mejoraba, y no es por ser presumido, no me gusta ser así». Añade que «cuando yo entraba en el campo el equipo mejoraba, los jugadores tenían confianza conmigo y eso ayudaba. Marqué el primer gol que nos dio La Liga en el año 2000 y después hice una pretemporada increíble. Era el mayor del equipo, tenía 38 años. Empecé la competición, la temporada siguiente, en el banquillo. Y esto era difícil… Tenía que esperar la oportunidad para volver a entrar. Seguía entrenando, seguía entrenando… Y cuando entraba en el campo las cosas mejoraban, por una razón o por otra, pero mejoraban. Y el último año fue duro… Cada vez que perdía el equipo parecía que la culpa era mía. Si ganábamos seguía jugando pero si se perdía salía yo del once. Fue una última temporada muy dura. Pero ya te digo, no tengo nada en contra de Irureta, tampoco en contra de Clemente… Ellos deciden quién tiene que jugar y quién no. Pero a mi me fastidiaba el tema de la edad… Y al final tuve que tirar la toalla porque no tenía nada que hacer».
La ilusión perdida de volver al Deportivo
Donato ha intentado formar parte del organigrama del Deportivo, pero ahora lo ve como un imposible. «No tengo más ilusión por trabajar con el Deportivo. Te lo digo de verdad. He esperado muchos años. Con Lendoiro primero; después con la nueva directiva. Pero nadie nunca me llamó. Y para mi esto es muy triste. Después de jugar diez años que te traten de esta manera… Como si yo tuviera que deberle favores al Deportivo. Y yo no quiero que la gente piense eso. Yo llegué al Deportivo para ayudar, colaborar lo máximo posible. Y ahora mismo ya te digo, perdí la ilusión de volver a trabajar en el Deportivo».