Donato Gama da Silva llegó al Deportivo en 1993, ya con 31 años. Sin embargo, el jugador brasileño estuvo nada menos que diez temporadas en A Coruña. Esto le valió para convertirse en el segundo extranjero con más partidos en la historia del Dépor y formar parte de algunos de los momentos más destacados del club blanquiazul. De hecho, la participación de Donato fue fundamental en la primera Copa del Rey y la Liga ganadas por el Deportivo.
En el partido que decidió el título de Liga contra el Espanyol, Donato anotó el gol que ponía por delante a los herculinos. Y en la final de Copa ante el Valencia se hizo con un balón que él consideraba decisivo en el plano anímico y terminó siéndolo también en el futbolístico. El propio futbolista recuerda estos dos momentos en la biografía Donato, del escritor gallego Héctor Pose.
Tras los goles de Manjarín y Mijatovic, la final de la Copa del Rey 94/95 estuvo marcada por el granizo, que obligó a suspender el choque a falta de 11 minutos. Cuando el encuentro se reanudó tres días después, Donato era consciente de lo importante de tomar la iniciativa cuando antes. Él sería el encargado de disputar el bote neutral con el que la final se ponía de nuevo en marcha.
«En el hotel flotaban en el ambiente las ansias de resarcirnos del mal trago del penalti de Djukic. Recuerdo que argumenté a mis compañeros: <<Mira, el equipo que salga más mentalizado, se lleva la final. No podemos salir con miedo>>. Antes de saltar al terreno de juego, rogué al míster que me dejara disputar el bote neutral. Era simbólico hacerse con ese balón. Ellos proponen a Roberto. Y se lo robé. A los 56 segundos, Manjarín centra desde la izquierda y el pequeño Alfredo le gana la partida a Camarasa y Zubi al cabecear el balón a las mallas. El delirio se adueñó del estadio, el palco, nuestro banquillo y el terreno de juego. También de Galicia y muchas otras partes de España», relata el futbolista en la citada obra. La final de Copa puede verse completa en YouTube y en el 1:46:25 se encuentra el balón ganado por Donato y el posterior gol de Alfredo.
Donato, Víctor y la receta del gol que valió una Liga
En la temporada 99/00, el Deportivo llegaba a la jornada 38 dependiendo de sí mismo para hacerse con el título de Liga. Era 19 de mayo y visitaba Riazor el Espanyol, que unos días después se proclamaría campeón de Copa. En el primer acercamiento del partido, el Dépor logró un córner que Víctor pondría certero a la cabeza de Donato. La ejecución de este saque de esquina no fue casual y, de nuevo, el propio futbolista brasileño lo explica a la perfección.
«Había estado entrenando toda la semana con Víctor el remate al saque de esquina. Una estrategia a balón parado que Irureta nos permitió probar. En el minuto 3, córner a nuestro favor desde la izquierda. Me marca Velamazán. Víctor ni me mira, pero sabe que estoy listo. Hago un amago de irme para atrás, ganando medio metro apenas, pero el suficiente para que, de un salto potente, cabecee con fuerza a la escuadra defendida por Mora. Le di de lleno, con decisión, por el Superdépor y Arsenio, por Dios, por Orejuela, por Aurelio, por vosotros. Y corrí, gritando como un poseso <<¡Goool, gooool, gooool!>>. Enseguida sentí el peso, liviano, de todo el equipo sobre mí». El partido que supuso el primer título de Liga en la historia del fútbol gallego también está completo en YouTube y el gol de Donato a centro de Víctor se encuentra en el minuto 5:00.
Con esta diana, Donato cumplió lo que era un sueño para él y para cualquier futbolista. «Siempre había soñado marcar un gol definitivo, de esos que otorgan un título. Makaay se encargó de asegurarlo con un segundo tanto. Fui sustituido a pocos minutos del final, esbozando una sonrisa de alivio, gratitud e inmensa alegría», concluye el blanquiazul.