Deportivo y Rayo Vallecano son dos de los equipos que más se han movido en este mercado estival, una similitud que oculta una gran diferencia entre ambos: la premura de unos y otros a la hora de agilizar las incorporaciones.
Con apenas cuatro días de mercado por delante, casi dos tercios de los equipos que componen la Liga BBVA prosiguen su particular búsqueda de futbolistas que palien las carencias de sus respectivas plantillas o mejoren sus prestaciones. Entre esa numerosa multitud que, a menudo, pelea por una lista común de jugadores, asoman la cabeza Deportivo y Rayo Vallecano. Blanquiazules y franjirrojos se verán las caras este domingo con varios frentes abiertos, una circunstancia que para nada les es ajena de un tiempo a esta parte.
Un año más, el conjunto dirigido por el exdeportivista Paco Jémez se ha sometido a un profundo lavado de cara. La entidad comandada por Raúl Martín Presa sigue haciendo pasos de equilibrista ejercicio tras ejercicio para fortalecer una plantilla en la que jugadores como Michu o Piti dejaron huella y, a menudo, un hueco deportivo y emocional que no siempre es fácil de cubrir. Sin embargo, Felipe Miñambres ha tirado una vez más de ingenio para conformar un grupo con mucho talento en sus filas. Así, en la Avenida de la Albufera han desembarcado hasta un total de 15 futbolistas entre los que destacan nombres como Léo Baptistão –que vuelve a su antigua casa tras ser cedido un año por el Atlético de Madrid-, Cristian Álvarez –exguardameta y capitán del Espanyol-, Licá –llegado a préstamo por una temporada desde el Oporto- o el tándem conformado por Javier Aquino y Jonathan Pereira, también cedidos para el curso 2014-2015 por el Villarreal.
Con todo, Jémez vuelve a encontrarse ante la necesidad de partir de cero con un grupo que acogerá tanto a viejos conocidos del equipo madrileño –Antonio Amaya– como a valores emergentes recién llegados a la categoría, caso de Àlex Moreno. El hábil jugador catalán fue una de las pocas noticias positivas del Mallorca durante la temporada pasada, y su buen hacer no pasó desapercibido para varios conjuntos de Primera División. Aun así, el Rayo se movió rápido y bien para hacerse con sus servicios, algo parecido a lo que ocurrió con Jozabed, una de las referencias ofensivas del Jaén durante el curso anterior, y que también había sido tanteado por Málaga y Espanyol. A ellos se han ido uniendo progresivamente Alejandro Pozuelo, Manucho, Abdoulaye Ba, Jorge Morcillo, Quini, Gaël Kakuta, Diego Aguirre y un Derek Boateng que, tras un paso fugaz por el equipo vallecano, sorprendió rescindiendo de mutuo acuerdo su contrato con el club, pasando a formar parte del Eibar hace apenas dos semanas.
El Deportivo, por su parte, ha renovado buena parte de su entramado ofensivo y su sala de máquinas. Las llegadas de José Rodríguez, Luis Fariña, Lucas Pérez, Isaac Cuenca, Iván Cavaleiro y Haris Medunjanin –sumadas al retorno de Diogo Salomão por cuarto año consecutivo- han dado un perfil más combinativo y vertiginoso al conjunto blanquiazul. Sin embargo, la plantilla de Víctor Fernández ha encontrado la horma de su zapato a la hora de reforzar el centro de una zaga que sólo ha recibido aire fresco con la llegada de Canella para la banda izquierda.
Los problemas a la hora de encontrar uno o dos acompañantes para Insua y Lopo también se han reproducido en la punta de lanza del ataque, donde Toché se presenta como el único efectivo disponible para afrontar el encuentro ante el Rayo Vallecano, a la espera de que la secretaría técnica encabezada por Ernesto Bello y Richard Barral agilice la contratación de un punta para el que ya se han planteado opciones tan dispares como Bojan Krkić –que recaló finalmente en el Stoke City- o el internacional griego Konstantinos Mitroglou. Así, con cuatro días frenéticos por delante, Deportivo y Rayo Vallecano cuentan las horas para encontrar las piezas que encajen en unos puzzles que, año tras año, evidencian que el éxito para reinventarse de los equipos con pocos recursos siempre se basa en una fórmula que equilibra paciencia y movimiento constante a partes iguales.