El Deportivo asciende a Primera gracias a un triunfo agónico ante el Huesca por 2-1 cimentado de nuevo en la aparición estelar de Xisco.
Riazor se vistió con sus mejores galas para el último partido de la temporada en casa. La victoria ante el Huesca significaba el ascenso directo sin pensar en otros marcadores, y nadie en todo el deportivismo pensaba en otra cosa que no fuera llevarse los tres puntos y acudir a Cuatro Caminos.
Quizás por los fantasmas del año pasado o por la presión después de todo el trabajo hecho este año, el Huesca se sintió muy cómodo en el campo desde el principio. El Dépor no existía en el medio campo, con Álex y Juan perdidos y descolocados, y la velocidad de Núñez como principal arma ofensiva de los oscenses. Solo arrebatos de Bruno y Guardado daban razones para confiar en la victoria, pero ni Riki ni Lassad estaban enchufados.
El tiempo pasaba con contadas ocasiones hasta que en un par de minutos desastrosos, Núñez hizo la jugada de su vida dos veces. Primero no tuvo consecuencias, pero a la segunda se plantó ante Aranzubia y lo batió tras golpear en Colotto. El recuerdo del año pasado volvía a las mentes de afición y jugadores, y cuando Lázaro se plantó de nuevo ante el riojano el tiempo se paró. Parecía el mazazo definitivo tal y como estaba el equipo, pero afortunadamente la mandó a las nubes.
El Dépor despertó con corazón y de un centro de Morel llegó el empate, con un intento de remate de Riki pero que se encargó de transformar en propia puerta Luís Helguera. Un gol que llegó como agua de mayo antes del descanso porque encarar la segunda parte por detrás en el marcador podría ser muy duro.
Sin embargo esa teórica tranquilidad no se vio reflejada en el juego, ya que de nuevo la ansiedad pudo con el Deportivo. Bloqueados una vez se plantaban en el borde del área, los jugadores blanquiazules eran incapaces de hacer lo que sí hacían los oscenses, profundizar cada vez que llegaban a zona de peligro. Para colmo de males, Celta y Valladolid se imponían cómodamente por 0-2 en sus envites a domicilio.
Hasta que entró el héroe. Hasta que entró Xisco.
Cuatro días antes empujó a la red un tanto que valía medio ascenso. Hoy, metió el otro medio. Solo tres minutos en el campo y marcó un gol de oro. Centro de Bruno Gama y en el segundo palo Xisco, con el pecho, o con la rodilla, o con la venda, vete tú a saber con qué, pero sí que con el alma, empujó a la red un balón que hizo estallar Riazor como nunca. A 20 del final, por fin el Dépor se ponía por delante y estaba en Primera.
Pero todavía quedaba mucho que remar. Oltra metió a Borja por Riki, para aguantar, un cambio normalmente criticado pero hoy más que necesario. El Huesca, primado o no, se volcó para buscar el empate mientras el Deportivo defendía con 35.011 personas en el estadio y miles más por todo el planeta y renunciaba al ataque. El Alcorcón empataba a cinco del final y ya hasta valía el empate, pero la victoria era la única manera de terminar una temporada así.
Con mucho sufrimiento, como no podía ser de otra manera, el Dépor conseguía el ascenso con una nueva victoria agónica, pero eso, ¿a quién le importa hoy? Qué empiece la fiesta, que el deportivismo se lo merece.
Ficha del partido:
Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Aythami, Colotto, Morel; Álex Bergantiños, Juan Domínguez, Bruno Gama (Laure, min.88), Guardado; Riki (Borja, min.74) y Lassad (Xisco, min.67).
Huesca: Luís García; Rafa Sastre, Helguera, Corona, Llamas (Tariq, min.86); Lluís Sastre, Lázaro (Mario Rosas, min,83), Núñez, Omar, Jorge Larena (Molina, min.65); y Roberto.
Goles: 0-1 Núñez, min.33; 1-1 Luís Helguera (p.p.), min.40; 2-1 Xisco, min.70.
Árbitro: Arias López (Colegio Cántabro). Amonestó con tarjeta amarilla a Colotto y Xisco por el Deportivo y a Corona y Rafa Sastre por el Huesca.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número 41 de la Liga Adelante disputado en un abarrotado Estadio de Riazor.