Los de Oltra aseguraron la portería gracias a la buena actuación de Germán Lux, la principal novedad en la alineación de los gallegos, pero se quedaron sin la pegada y la mordiente que mostraron en otras ocasiones (0-0).
«Lo tomarán como una final, pero nosotros también», advirtió Miroslav Djukic en la comparecencia previa al tercer encuentro que disputaría como entrenador visitante en el que fue su estadio durante muchos años. Era un advertencia, y los jugadores pucelanos lo tomaron como tal. El Valladolid, consciente de la que tenía encima el Deportivo ante un encuentro importantísimo para sus aspiraciones, adelantó mucho la línea de presión y ahogó poco a poco en la salida al equipo de Oltra. Eso condicionó a que el peso del encuentro lo marcasen los Víctor Pérez, Óscar y Álvaro Rubio sobre todo antes del descanso.
Muchas caras nuevas en el Dépor con respecto al partido del Calderón. Regresaban Marchena (tras lesión), Pizzi (contrato) y Aythami (sanción), así como el obligado cambio en el lateral izquierdo. Por la lesión de Ayoze, Evaldo recuperaba un puesto que había perdido hace meses en Vallecas. Sin embargo, el más significativo fue el de la portería, ya que Oltra sentó por decisión técnica en Liga a Aranzubia por segunda vez desde que el riojano llegó a A Coruña.
Germán Lux fue, por tanto, la principal novedad del once del Dépor para el trascendental encuentro frente al Valladolid. Y el argentino no tardó en dar la razón al técnico valenciano y a parte de la afición, que reclamaba a gritos su titularidad. Remate picado de Óscar a centro de Alberto Bueno al que responde el ‘Poroto’ en dos ocasiones, la segunda prácticamente batido. Una mano salvadora en la mejor oportunidad de los 45 minutos iniciales. El Dépor, por su parte, guardó la ropa y se limitó a esperar por una ocasión que no llegó con claridad.
En el segundo acto, los pupilos de Oltra mejoraron ostensiblemente en ataque, espoleados por una afición que no dejó de animar en todo el partido. O por lo menos hasta que este terminó, ya que se escucharon gritos de «jugadores mercenarios» cuando estos fueron a aplaudir al círculo central. Recuperó el Dépor la posesión del balón y combinó de forma rápida en la línea de mediapuntas, pero no consiguió llegar con muchos efectivos y excesivo peligro a la portería defendida por Dani Hernández. Centros a los que Riki llegaba forzado y, en menor medida, individualidades en terreno contrario que terminaban con disparos lejanos fueron las mejores ocasiones de los locales.
Sin olvidarse de la más clara, en las botas de Salomão, tras gran pase de Laure. Fue el 1-0, el gol salvador de lo que era una auténtica final, pero el toque del extremo luso se marchó excesivamente alto. Antes, de nuevo Lux había salvado al Dépor con una salida milagrosa a los pies de un Manucho enrachado. Los minutos finales fueron de infarto, con el conjunto blanquiazul volcado y el blanquivioleta esperando atrás. Hubo más llegadas, como la de Nelson o la de Óscar cerca del último pitido del árbitro. También un contragolpe que salva Laure in extremis. El Deportivo se asegura la portería, pero se queda sin balas en ataque.
Ficha técnica:
R.C. Deportivo: Germán Lux; Laure, Aythami, Marchena, Evaldo; Bergantiños, Abel Aguilar; Bruno Gama, Valerón (Salomão, min.60), Pizzi (Nelson Oliveira, min.75); Riki (Camuñas, min.81).
Real Valladolid: Dani Hernández; Rukavina, Sereno, Valiente, Balenziaga; Álvaro Rubio (Sastre, min.77), Víctor Pérez; Omar Ramos, Óscar, Alberto Bueno (Rubén Peña, min.83); Manucho (Javi Guerra, min.66).
Goles: –
Árbitro: Jesús Gil Manzano (colegiado extremeño). Mostró tarjeta amarilla a Marchena y a Salomão por parte del Deportivo.
Incidencias: Partido disputado en el estadio de Riazor ante unos 21.000 espectadores.