«Esto es fútbol. No vamos a poner excusas». Aunque fastidiado por la derrota ante el Villarreal, Víctor Sánchez del Amo salió calmado a la rueda de prensa. Seguramente sea consciente de que el colegiado fue decisivo en varias acciones clave del partido, no quiso pronunciarse sobre David Fernández Borbalán, el árbitro andaluz encargado de dirimir el partido.
Pero quién sí se quejó ostensiblemente fue el público de Riazor, completamente enojado con el colegiado encargado de dirimir este partido entre el 6.º y el 4.º clasificado. Primero por la acción previa al gol del Villarreal que abrió el marcador, una falta en la frontal que termina en el córner que remata Bruno. Más tarde por sendos penaltis que no pitó a favor del Deportivo, el primero clamoroso de Areola sobre Alejandro Arribas y el segundo de Mario Gaspar sobre Lucas Pérez. Y por último incendió Riazor con la acción decisiva que terminó con el segundo tanto de Bruno Soriano. Ese penalti dudoso de Navarro sobre Samu García.
El andaluz se marchó bajo una lluvia de silbidos de Riazor.
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— Tomás Magaña (@tomasmaganha) enero 3, 2016