En el mundo del fútbol se suele decir que los resultados son los que mandan. Pero más allá de los resultados hay algunos datos que hablan por sí solos y acostumbran a ser un buen termómetro de la situación que atraviesa un equipo, como es el caso de los jugadores empleados. A lo largo de una temporada son múltiples los contratiempos a los que debe hacer frente un conjunto de élite, pero salvo contadas excepciones, cuando un equipo figura entre los primeros puestos de tan particular ránking eso suele ser sinónimo de problemas.
El Deportivo 2017-2018 echó a andar con la ilusión generada por varias incorporaciones de un contrastado nivel pero con cierta desconfianza en cuanto a la confección de la plantilla. Meses más tarde los peores presagios se han cumplido y el equipo camina con paso firme hacia el descenso. Una errática trayectoria que ha propiciado que hasta 31 futbolistas hayan vestido ya la elástica blanquiazul en lo que va de curso y que pone de manifiesto la deficiente planificación. Tan solo dos conjuntos han echado mano de más jugadores que el Deportivo, el Málaga con 33 y Las Palmas con 36, los dos equipos que acompañan a los herculinos en puestos de descenso, lo que viene a confirmar lo revelador que resulta este particular dato.
El Deportivo arrancó el curso con una plantilla formada por 25 futbolistas y poco a poco todos ellos tuvieron su oportunidad para reivindicarse. Todos salvo Saúl García, quien puso rumbo al Numancia en el mercado invernal. Los malos resultados y la fragilidad defensiva pronto derivaron en constantes y múltiples variaciones en el once por parte de Pepe Mel, un carrusel de cambios que incluso le llevó a dar la alternativa bajo palos a Francis. Sin embargo, el nigeriano no fue el único fabrilista en asomarse al primer equipo ya que tanto Edu Expósito como Aldo One también alcanzaron la titularidad, aunque ambos ya con Cristóbal Parralo en el banquillo.
Como era previsible, el mercado invernal trajo hasta tres nuevas incorporaciones al conjunto herculino –Eneko Bóveda, Krohn-Dehli y Maksym Koval– a los que se uniría días después Sulley Muntari, unos fichajes que hasta el momento no han servido para reconducir la trayectoria del equipo pero que han elevado a 31 la nómina de futbolistas utilizados durante el presente campeonato.
La anterior ocasión en la que el Deportivo alcanzó estos registros sucedió en la temporada 2007-2008, la primera con Miguel Ángel en el banquillo. El técnico vasco también llegó a emplear 31 jugadores en una campaña marcada por el grave incidente protagonizado por Gustavo Munúa y Dudú Aouate y la espectacular reacción llevada a cabo en la segunda vuelta. Sin embargo, y pese a lo atípico de la situación, existe un precedente en el que el conjunto herculino incluso llegó a superar esa cantidad. Sucedió hace dos décadas y durante una temporada 97-98 plagada de sobresaltos, que tuvieron su origen en la inesperada marcha de Rivaldo. El mazazo que supuso la pérdida del brasileño hizo tambalearse a un proyecto llamado a luchar por el título y que de forma totalmente inesperada se vio inmerso en la lucha por la permanencia. La participación de numerosos canteranos y fichajes como los de Abreu o Scaloni llegados durante el mercado invernal elevaron hasta 33 la nómina de futbolistas que llegaron a vestir la elástica blanquiazul.