El Deportivo tratará de minimizar en los despachos los daños sufridos en el encuentro con el Numancia, en el que además de dejar escapar dos puntos también perdió a Saúl, expulsado. El lateral cántabro vio dos tarjetas amarillas en el segundo tiempo, ambas muy rigurosas. Así lo cree el club coruñés, sobre todo en el caso de la última amonestación, en la que Arcediano Monescillo entendió que el jugador le daba un codazo a un rival en un salto. Los servicios jurídicos ya se han puesto manos a la obra para recurrir esta sanción.
El colegiado recoge en el acta que castigó a Saúl por «derribar a un adversario por medio del brazo en la disputa del balón de forma temeraria», pero las imágenes muestran cómo el zurdo salta con el brazo pegado al cuerpo sin hacer el más mínimo gesto de golpear al contrario. A esa prueba gráfica se agarrará el Deportivo, que espera poder contar con el futbolista para la visita del Zaragoza.
El objetivo es que el Comité de Competición atienda las alegaciones del equipo coruñés. El organismo fallará el próximo miércoles y, en caso de no retirarle la tarjeta, en el Dépor tampoco descartan acudir al Comité de Apelación. Los precedentes no son favorables esta temporada, ya que la última ocasión que el club recurrió sanciones fue tras la polémica jornada en Córdoba, que terminó con cuatro partidos para Borja Valle, dos para Natxo González y uno para Pablo Marí.
El técnico mostró su resignación en la sala de prensa tras la sexta expulsión del curso, «me da igual, ya no voy a opinar«, y espera tener disponible al que sería su plan B en caso de que no prosperen las alegaciones. Porque Diego Caballo fue baja ante el Numancia por una contusión en el pie y su presencia todavía no es segura. Los servicios médicos intentarán poner a punto al salmantino en los próximos días.