Los jugadores del Deportivo han repetido a lo largo de esta semana en multitud de ocasiones que solo piensan en el encuentro de este domingo ante el Extremadura. Riazor aguarda con ansia y preocupación un partido que ha adquirido una importancia capital. Tras la mala imagen ofrecida ante el Rayo Majadahonda, que supuso el despido de Natxo González, y la derrota en El Sadar ante Osasuna, el conjunto blanquiazul necesita la victoria de manera imperiosa.
Jugadores como Álex Bergantiños, Pedro Mosquera o Íñigo López han asegurado en rueda de prensa que la consigna de José Luis Martí es muy clara: ganar este domingo. El equipo necesita un punto de inflexión para intentar lavar la imagen de los últimos meses. Los datos no acompañan a un colectivo que tan solo ha sido capaz de ganar un encuentro en su estadio en lo que va de 2019. El bloqueo y la falta de confianza se han adueñado de jugadores que no están al mismo nivel que la primera vuelta. Con el Dépor fuera de playoff después de mucho tiempo, todos los integrantes de la plantilla insisten en centrar la atención en lo más inmediato. Esa ansiedad puede ser un arma de doble filo, pero Riazor verá este domingo si el efecto de cambiar de entrenador arregla los problemas de este equipo.
Mientras tanto, el técnico mallorquín intenta hacer hincapié en la fuerza que da la unión. A lo largo de esta semana, el técnico preparó varios ejercicios durante los entrenamientos en los que obligaba a los equipos ganadores a celebrar los goles como una piña. El nuevo entrenador ha insistido en sus primeras comparecencias en la importancia que le da a la mentalidad de los jugadores y a hacerles ver el potencial que poseen.
El Deportivo arranca la jornada a un punto del playoff y dos de ventaja sobre Sporting de Gijón y Oviedo, sus dos inmediatos perseguidores. El Extremadura llega a Riazor con la moral muy alta tras su gran triunfo en La Rosaleda ante el Málaga por un gol a dos y tratará de mantener la buena racha de resultados.