Como viene siendo habitual cuando Deportivo y Sporting de Gijón se miden en tierras coruñesas, la afición del conjunto asturiano planea un desplazamiento masivo para animar a su equipo durante el encuentro. Sin embargo, este hecho puede verse afectado por una noticia de última hora: la Comisión Antiviolencia ha declarado el partido (sábado, 20.45 horas, Riazor) de alto riesgo.
La principal consecuencia de esta decisión será que los hinchas visitantes no podrán portar distintivos rojiblancos en el estadio, fuera de la zona acotada inicialmente para los mismos. En consecuencia se podrá vetar el acceso a quien incumpla esta norma, algo que ha molestado profundamente a las peñas del Sporting. Algunas de ellas se estarían planteando, incluso, cancelar el viaje programado ante lo que consideran una «mala decisión que no favorece el ambiente del partido».
La decisión de otorgar tal calificación al encuentro viene dada por los enfrentamientos que han protagonizado los hinchas más radicales de ambos conjuntos durante los últimos años. El último episodio de esta rivalidad tuvo lugar hace dos temporadas, cuando miembros de Riazor Blues y Ultra Boys protagonizaron una batalla campal en los aledaños del estadio herculino.
Pese a estos sucesos, el grueso de la afición conocida como ‘La Mareona’ alega que el comportamiento entre ambas hinchadas durante los encuentros celebrados la pasada campaña fue «ejemplar» y se lamenta de la posibilidad de que los aficionados visitantes se puedan quedar sin entrada habiendo asientos vacíos. Sin embargo, el Deportivo no tiene margen de decisión en esta circunstancia. A pesar de su voluntad por normalizar esta situación, deberá actuar según lo dictado por los protocolos de La Liga y la Comisión Antiviolencia.