La nueva política de fichajes comandada por el director deportivo Carmelo del Pozo para este verano de 2018 está siguiendo siempre unas pautas muy marcadas. Tratando de evitar también errores del pasado reciente, trabaja para remodelar de arriba a abajo una plantilla con numerosos condicionantes después del descenso de categoría.
Mientras la rumorología que desencadena el mercado de fichajes invita al aficionado a demandar movimientos, la directiva del Deportivo quiere seguir un plan que asegure la concepción de una plantilla sin los temidos ‘overbookings’. Dos jugadores por puesto suele establecerse como meta entre los clubes de fútbol profesionales, pero dista mucho de la realidad que ha acompañado al conjunto herculino en las últimas temporadas, en las que ha agotado el total de 25 fichas disponibles para el primer equipo.
En este sentido, la entidad coruñesa está siguiendo el guion de no presentar incorporaciones hasta que su hueco en el vestuario esté preparado previamente. Hasta que un jugador no deje sitio libre, no entrará otro: «Se tiene que dar publicidad cuando se tenga que dar. Hay situaciones contractuales que es importante intentar controlarlas, porque si traes a un jugador y lo presentas ya, otro que juegue en su puesto y se quiera marchar va a tener ventajas en esa negociación», explicaba hace unas semanas el propio Carmelo del Pozo, haciendo alusión al «trabajo oscuro» que debe realizar para que no se frustren las operaciones deseadas.
Los dos únicos fichajes que el Dépor ha oficializado hasta la fecha van en esta línea: Dani Giménez y Sebastián Dubarbier. El portero fue el primero en aterrizar en A Coruña después de que dos de sus predecesores en el puesto (Maksym Koval y Rubén Martínez) concluyeran su contrato. Por el momento, Dani Giménez y Przemyslaw Tyton son los dos hombres llamados a disputarse el puesto bajo los palos de Riazor, y todo hace apuntar a que así será si el polaco cumple finalmente el año de vinculación que le queda.
Fiel reflejo de esta nueva política interna fue el caso del lateral zurdo. Después de conocerse la despedida de Fernando Navarro al término de la última campaña, el anuncio de la llegada del argentino no se dio hasta minutos después de la marcha de Luisinho de manera oficial. Con Dubarbier, vuelve a cumplirse el criterio al tener como competencia única en el lateral izquierdo a Saúl Fernández.
A ellos hay que sumarle también el retorno de Álex Bergantiños, quien tuvo que salir cedido el pasado verano ante la gran cantidad de efectivos en el medio campo y que se ha visto favorecido por la finalización de la cesión de Fede Valverde.
El Deportivo está queriendo actuar con meticulosidad en cuanto a los tiempos de las entradas y salidas y esa es una de las principales razones de la ausencia de noticias desde la Plaza de Pontevedra. Con el futuro de varios futbolistas herculinos aún por resolver, las incorporaciones de caras nuevas como Pedro Sánchez o Christian Santos permanecen a la espera, por lo que no sería de extrañar que la concreción de otra marcha encadene la de su recambio.
Carmelo del Pozo ya ha tenido tiempo de conocer las impresiones de todos los futbolistas del vestuario, por lo que deberá satisfacer las necesidades del club teniendo en cuenta también la opinión de quienes se enfundan la blanquiazul. Mientras se realiza la búsqueda exhaustiva de sustitutos, los futbolistas con menor compromiso para la nueva etapa en Segunda División y los de mayor caché en el mercado deben ser los primeros en mover ficha. La rampa de salida tiene preferencia este verano y puede incluso condicionar el futuro de los fabrilistas que están llamando a las puertas del primer equipo.