Llega la época veraniega y con ella el momento en el que los representantes tratan de buscar el mejor acomodo posible para sus jugadores.
La crisis económica que vive el fútbol español obliga a los futbolistas a buscar otros aspectos a la hora de firmar por un club. Por muchas razones el Dépor es el equipo perfecto para desarrollar una importante carrera futbolística. El cariño y apoyo de la afición durante toda la temporada no ha pasado desapercibida para todos los equipos que han visitado Riazor. Esta temporada, cada vez que le he preguntado a un jugador de Segunda División por el mejor campo de la categoría la respuesta ha sido unánime: Riazor y la pasión de su hinchada.
Es cierto que todo lo anterior no provoca la llegada inmediata de jugadores al club. Sin embargo, el ascenso y el regreso a la máxima categoría convierten al Dépor en un equipo muy apetecible. La plantilla necesita retoques y el escaso dinero en efectivo que circula por el fútbol español, provoca que los clubes busquen nuevas maneras de financiación. Modelos como el del Levante y el Osasuna pueden ser un buen ejemplo. Los equipos necesitan jugadores con hambre y jóvenes que buscan una oportunidad.
Oltra debe confeccionar ante todo un buen grupo humano que crea en su método de trabajo. La intermediación de Jorge Mendes también se presume clave. Lendoiro confía plenamente en el agente de jugadores más importante del mundo. Esa alianza se ha convertido en una de las grandes esperanzas a la hora de traer jugadores importantes.
Será un verano largo, con infinidad de nombres, pero debemos tener paciencia. Llega un año clave en el que el Dépor debe asentarse nuevamente en la élite del fútbol español, y mantener el patrimonio más importante del club: la afición.