El grosero error de Rubén Martínez en O Noso Derbi de ayer, que permitió que el Celta se adelantase por mediación de Maxi Gómez, supuso el enésimo despropósito en la portería deportivista. Apenas se habían disputado diez minutos de encuentro cuando el conjunto vigués anotó el primero de la tarde. Pione Sisto encaró en banda y buscó el disparo, Juanfran metió el pie y el balón se elevó varios metros para caer cerca de la frontal del área pequeña, donde se encontraba el corpulento delantero del Celta. Rubén salió pero se mostró intolerablemente endeble, y cuando sintió el contacto del uruguayo se fue al suelo. Maxi Gómez ni siquiera remató a portería. El esférico rebotó en su cabeza y se introdujo en la meta del Deportivo.
El fallo de Rubén reabre una vez más el debate. El de Coristanco ha sido el único portero —de los cinco que han ocupado el arco herculino esta temporada— que ha tenido cierta continuidad, pero eso no significa que su rendimiento bajo palos haya sido convincente. Ha alternado partidos notables, con paradas de mérito, y encuentros en los que sus errores le han costado puntos al conjunto blanquiazul.
Así, existen dudas con respecto a su futuro en el Deportivo. Una vez alcanzados los veinticinco partidos disputados en liga, una cláusula del contrato del Rubén especificaba que se ejecutaría automáticamente su renovación por una temporada más, pero dicha cláusula solo era efectiva en caso de permanecer en Primera División. De este modo, a día de hoy, Przemysław Tytoń —al que el Deportivo busca una salida— es el único portero con contrato más allá de junio. Se especula con que Francis Uzoho, guardameta titular del Fabril, podría subir al primer equipo la próxima temporada pese a su extraordinaria juventud —todavía tiene dieciocho años—. En cualquier caso, la portería debería ser una de las demarcaciones a reforzar en un mercado estival en el que se prevén numerosos cambios en la escuadra coruñesa.