El Deportivo de La Coruña buscaría lograr una cifra próxima a los 2 millones de euros anuales a cambio de ceder el nombre del estadio, un aspecto que debería aprobar el pleno del Ayuntamiento herculino.
El Deportivo necesita ingresos extra para paliar la deuda del club y, ahora, se han abierto las puertas a otra vía de financiación. Tal y como informaba durante el día de ayer el programa Deportes COPE Coruña –de la Cadena COPE-, el consejo de administración comandado por Tino Fernández ha sopesado la idea de ceder el nombre del estadio de Riazor a un hipotético nuevo patrocinador en caso de que éste inyectase una suma equivalente a unos 2 millones de euros por temporada.
Las dificultades económicas del conjunto deportivista han propulsado esta iniciativa de la directiva blanquiazul, que para lograr sacarla adelante necesitará el apoyo del pleno del Ayuntamiento de A Coruña, propietario del estadio. No obstante, el dinero que el Deportivo planea percibir por la permuta del nombre de su feudo iría a parar a las arcas del club, una circunstancia que daría mayor holgura a una entidad que se ha movido con intensidad en los últimos meses para impulsar sus iniciativas de márketing y publicidad.
La iniciativa del Deportivo no sería novedosa, pero situaría a los coruñeses como el segundo equipo de Primera División con un patrocinio en la denominación de su recinto. El Espanyol es el único conjunto que mantiene un acuerdo de estas características en la máxima categoría del fútbol español, tras llegar a un acuerdo en junio de 2014 con la empresa china Power8, proveedora de tecnología para el sector de las apuestas. Así, Cornellà-El Prat será conocido oficialmente como Power8 Stadium durante las siete próximas temporadas, un contrato que habrá facilitado a los pericos un total de 35 millones de euros en el año 2021, y que ayudará a la entidad presidida por Joan Collet a afrontar con mayor holgura los pagos pendientes por la construcción de su actual estadio.
La fórmula ideada por el conjunto coruñés seguiría la estela de otras propuestas previas como las de Osasuna y Mallorca. El equipo navarro jugó entre 2005 y 2013 en el Reyno de Navarra tras un acuerdo con la Comunidad Foral que inyectaba unos jugosos 1,5 millones de euros por curso, pero volvió a hacerlo en El Sadar en julio de 2013 tras la conclusión del convenio. El Mallorca, por su parte, pasó de disputar encuentros en Son Moix a hacerlo en el Ono Estadi en el año 2006, lo que supuso la primera iniciativa de este tipo de un equipo español con una compañía privada. El lazo entre el Mallorca y la compañía de telecomunicaciones duró cuatro años, un período al final del cual el club balear aceptó que su feudo adquiriese la denominación de Iberostar Estadi, tras un nuevo contrato de patrocinio a cambio de un millón de euros por año durante tres temporadas que se renovó al término del mismo hasta el año 2017.
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