Líneas juntas, agrupados en defensa, sin contemplaciones atrás y, una vez se roba el balón, como flechas al ataque. El Dépor se amolda ‘al estilo Domingos Paciência’.
Dicen los que lo han visto con regularidad que su estilo es ése, el presenciado anoche en el estadio de Riazor. Domingos Paciência no quiere el balón cerca de su área, siempre y cuando éste esté en posesión de su equipo. Si lo tiene el rival, quiere a sus pupilos agrupados y muy juntos en defensa; así no sufrirán si están plenamente concentrados. Y cuando sus hombres recuperan arriba, tres o cuatro jugadores salen como flechas a portería contraria. De esta forma se gestaron las mejores ocasiones herculinas, también el gol de la victoria.
Mantener la portería a cero era una necesidad imperiosa para el nuevo técnico del conjunto blanquiazul en su debut en la Liga BBVA. De hecho, el Dépor en momentos llegó a jugar con un 4-4-1-1 en defensa, situando a Pizzi y a Bruno Gama más cerca de Evaldo y Manuel Pablo respectivamente. Consiguió neutralizar a los Isco, Joaquín o Eliseu juntando las líneas y con una intensidad poco reconocible en las anteriores jornadas. Fueron pocos entrenamientos y un único partido, pero el Dépor parece amoldarse al ‘estilo Domingos Paciência’.
UNO POR UNO:
Aranzubia: 7. Regresó a la titularidad con la llegada de Paciência y fue providencial en un mano a mano con Joaquín en la primera parte.
Manuel Pablo: 6. Concentrado los 90 minutos. Seguro en defensa, apenas se prodigó en ataque.
Marchena: 7. Sufrió por momentos con el juego aéreo de Roque Santa Cruz, aunque mejoró mucho con respecto a su último encuentro en Cornellá.
Zé Castro: 7. Dejó a Aythami en el banquillo en su vuelta al once y se mostró muy seguro. Importante para Paciência por su capacidad para lanzar contraataques desde la defensa.
Evaldo: 7. Hizo su mejor partido desde que llegó al Dépor, y lo hizo con el entrenador que mejor le conoce. Tuvo fallos puntuales de posicionamiento, pero el brasileño incluso fue ovacionado por la grada.
Bergantiños: 7. Un pulmón en el centro del campo. Recuperó infinidad de balones recorriendo menos metros que en la época de Oltra. Realizó ocho faltas, casi todas tácticas, y no recibió tarjeta.
Abel Aguilar: 6. Menos activo que su compañero en la medular, el colombiano aprovecha sus condiciones físicas para imponerse en los balones divididos.
Bruno Gama: 7. Incisivo y vertical, el de Vila Verde hizo una primera parte portentosa y se desgastó en defensa en la segunda.
André Santos: 6. Noticia en la alineación titular. Ocupó los espacios muertos del equipo de Pellegrini entre los centrales y Camacho, y combinó bien con sus compañeros.
Riki: 7. Bregó y luchó lo indecible de espaldas para dominar los balones largos desde la defensa deportivista. No hizo gol, pero su trabajo merece recompensa.
Nelson Oliveira: 5. Sustituyó a Riki para seguir teniendo un hombre que pelease los balones aéreos a los centrales malaguistas.
Camuñas: 4. Salió al terreno de juego por André Santos y se situó por detrás de Nelson. No entró en contacto con el balón.
Aythami: s.c. Su labor fue neutralizar el juego aéreo de Santa Cruz en los últimos minutos.
EL MEJOR:
Pizzi: 9. El mejor del Deportivo anoche en Riazor. Lanzó una falta al palo y marcó el gol de la victoria tras romper la cintura al gran Demichelis. Corrió como no había corrido en las 17 jornadas anteriores.
LAS CLAVES:
Sin contemplaciones en defensa. No se complicó el Deportivo a la hora de sacar el balón desde atrás. Juego directo hacia Riki para alejar el esférico de la portería de Aranzubia.
La posición de André. Domingos Paciência utilizó al portugués para ocupar los espacios vacíos que dejaba el Málaga entre el centro del campo y la defensa.
LO MEJOR:
Hay estilo. El Dépor, tras cinco entrenamientos con nuevo míster, ya sabe a lo que juega. Se defiende en campo propio y una vez se recupera el balón, salen como balas al contragolpe.
Victoria balsámica. Muy necesarios los tres puntos conseguidos anoche en Riazor contra un rival, el Málaga, que puede enorgullecerse de ser uno de los tres equipos que mejor fútbol ha efectuado en la presente Champions League.
LO PEOR:
Ocasiones marradas. Si bien es cierto que Joaquín tuvo la oportunidad más clara de la primera parte, el Dépor pudo irse al descanso con 2-0 en el marcador.
El peligro de Buonanotte. El atacante argentino puso el corazón en un puño a los deportivistas los minutos que estuvo sobre el terreno de juego.