A sus 30 años, Diego Ifrán cuelga las botas. Así lo ha anunciado en sus perfiles de Facebook e Instagram. Después de una larga trayectoria que se inició en su país natal y transcurrió luego por España y Perú, el atacante uruguayo y exjugador del Deportivo ha dicho basta. Lo achaca a la “falta de fuerzas y de esa ambición con la que empezó”. Un hecho que, de paso, le servirá también para gozar de más tiempo libre con su familia y los caballos, una pasión que no ocultó aún cuando era futbolista.
Con punto de partida en Fénix y continuación en Danubio, su carrera arrancó en Uruguay, antes de dar el salto al fútbol europeo. De la mano de la Real Sociedad, aterrizó en el viejo continente en 2010. En San Sebastián, lastrado en cierto modo por las lesiones, estuvo durante 3 temporadas y media, momento en el que saldría cedido al Dépor. Tras un breve, pero satisfactorio paso por A Coruña, su siguiente destino fue Tenerife, también en forma de cesión. Un curso en las islas que le serviría para llamar la atención de Peñarol, el club de sus amores, y cumplir su sueño. Con el equipo carbonero ganó un Torneo Apertura y un Campeonato Uruguayo. Solo un año más tarde, en el verano de 2016, y pese a haber meditado ya su retirada, el Sporting Cristal peruano lo incorporó a sus filas. Fue su último equipo.
Así se expresó en su comunicado oficial: ”Bueno he decidido cerrar un ciclo en mi vida que me hizo aprender, soñar, luchar, extrañar, que me dejó muchos amigos, me ayudaron muchos compañeros y, sobre todo, llegue a cumplir más de lo que yo me imaginaba. Siendo un niño soñando jugar en Peñarol, poder haber ido a jugar a Europa, volver y estar en la inauguración del Campeón del Siglo y al mismo tiempo saliendo Campeones Uruguayos, fue el primer sueño que tenía y gracias a todo el camino recorrido se pudo hacer realidad. Obviamente luego de muchos tropiezos, lesiones, etc. Hoy no me siento con fuerzas y con esa ambición futbolística que tuve desde que empecé, hoy me siento con esa ambición de disfrutar de la vida en mis otras pasiones como lo es mi familia, amigos, el pueblo, el campo, los caballos, vivir… vivir sin tener compromisos de fechas, de presión, de ser libre en lo que hago y empezar a disfrutar de todo esto que me perdí de hacerlo durante casi 15 años. Y sin más que decir agradecerles a todos aquellos que me siguieron, me apoyaron, me ayudaron y mucho más a que esto haya sido más que un sueño recorrido durante mucho tiempo. Pero al final, feliz es el que tiene tiempo de poder disfrutar de lo que tiene, hace y disfruta. Y allá voy a disfrutar de lo otro. Un abrazo grande a todos y muchas gracias!!”.
Su paso por el Deportivo
Llegó en marzo de 2014, con la temporada ya empezada, y lo hizo para sustituir a Diogo Salomao, lesionado de larga duración. En apenas cuatro meses, Ifrán resultó clave para el ascenso del Deportivo. Sus cuatro goles en once partidos fueron vitales para un equipo que acabaría cumpliendo el objetivo justo un año después de descender a Segunda. Pese a su corta estancia, el charrúa se ganó aquel año el cariño de una afición que vio en él compromiso y garra.