El filial deportivista busca en Abegondo su tercera victoria consecutiva ante un Boiro que quiere dejar atrás los puestos de descenso.
21 puntos en juego y un objetivo: cerrar su participación en los play-off. El Fabril de Manuel Mosquera encara la recta final del curso con la firme intención de abrir brecha con respecto a sus tres principales perseguidores: Rápido de Bouzas, Choco y Arosa. Todos ellos se encuentran situados a un máximo de seis puntos con respecto al conjunto herculino, que recibirá al Boiro este domingo en Abegondo (17:00 horas) con la oportunidad de arrebatar la segunda plaza a un Cerceda que perdió su choque del jueves en O Roxo precisamente ante el Arosa (2-3).
Los pupilos de Mosquera, que acumulan dos victorias consecutivas tras el traspié sufrido ante el Rácing Vilalbés, recibirán este fin de semana a un equipo verdaderamente imprevisible. Y es que tras la estupenda campaña pasada -en la que llegó a disputar la fase de ascenso a Segunda B-, el Boiro ha pasado a pelear por eludir el descenso a Preferente pese a disponer de futbolistas tan carismáticos como el veterano Carlos Padín y otros tan talentosos como David Añón o Adrián Armental.
La inestabilidad del conjunto barbanzano no se ha traducido únicamente en sus resultados. Capaz de doblegar al Pontevedra en A Barraña -sólo seis equipos han logrado derrotar a los granates en la temporada actual-, pero siempre sufriendo más de la cuenta ante equipos teóricamente destinados a luchar por la permanencia, como el Xuventú Sanxenxo, el Silva, el Laracha o la Cultural Areas. Y ahí, en parte, ha residido la asignatura pendiente de un Boiro que ha visto pasar por su banquillo hasta a tres entrenadores desde comienzos de curso: Gelucho, Juan Carlos Andrés y, ahora, Rubén López.
Así, el Fabril buscará dar un impulso más a sus aspiraciones de pelear por el regreso a Segunda B tras una semana que dejó una de las noticias más agradables del 2015 para el filial deportivista: la renovación del extremo portugués Miguel Cardoso. El atacante luso firmó un contrato profesional hasta junio de 2017, con opción a prorrogarlo tres años más con ficha del primer equipo, un premio extra para uno de los futbolistas más determinantes del segundo equipo blanquiazul desde el inicio de campaña.