El Fabril y el Castilla disputaron en la tarde de ayer en el estadio ABANCA Riazor el Trofeo Manolo Martín, que sumó su XXXIV edición. Tras empatar a un gol en el partido, los blancos se llevaron el torneo en la tanda de penaltis (2-4).
El filial herculino ya había participado anteriormente en Muxía en este torneo, y precisamente los fondos recaudados en el partido ante los madridistas fueron destinados para la restauración del Santuario da Virxe da Barca ubicado en esta localidad de A Costa da Morte.
Los primeros minutos fueron de dominio blanco, pero poco a poco los locales fueron controlando el esférico y consiguiendo acercarse sin excesivo peligro a la meta rival, hasta que llegado el cuarto de hora Queijeiro abrió la lata para los de A Coruña anotando desde el punto de penalti. Poco le duró la alegría a los de Cristóbal Parralo, ya que en menos de diez minutos los visitantes empataron rematando una jugada que nació en una falta en la zona de tres cuartos. Un tanto que firmó Dani Gómez.
Ambos equipos se fueron al descanso tras una primera mitad en la que el conjunto blanco fue ligeramente superior a la escuadra gallega. Tras la reanudación, continuó el dominio madrileño, si bien no lograron inquietar en exceso la meta de Francis y en el tramo final del partido los múltiples cambios llevados a cabo por ambos bandos y el cansancio de la pretemporada hicieron que el ritmo bajase, por lo que finalmente hubo que decidir el trofeo en los penaltis.
Desde los once metros, el claro protagonista fue el portero del Castilla Belman que logró detener dos penas máximas y facilitó la victoria madridista (2-4 en los penaltis). A pesar de esta derrota, los blanquiazules supieron dar la cara ante un rival que este año luchará por ascender de categoría.