El partido de este viernes (21h), aparte de enfrentar a dos rivales directos en la lucha por la salvación, tendrá otro atractivo: la presencia de Diego Rolan. El delantero uruguayo que en la actualidad defiende los intereses del Málaga, se medirá esta jornada al que será su equipo el curso que viene. Con gallegos y andaluces en las dos últimas posiciones de la tabla, el delantero pasará un trance tan curioso como atípico.
Rolan aterrizó en Málaga el pasado verano de forma particular. El Deportivo negoció con el Girondins de Burdeos, su anterior equipo, el traspaso del delantero, pero el tope salarial del club blanquiazul y las plazas extracomunitarias se lo impidieron. Se planteó entonces una compra para la siguiente temporada, momento en el que el club francés renovó por un año el contrato de Rolan, que finalizaba el próximo mes de junio.
El Málaga terminó incorporando al delantero en calidad de cedido pero al margen de dicha operación entre franceses y gallegos. Es por ello que no existe la famosa cláusula del miedo. De hecho, Rolan ya se enfrentó al Deportivo durante la primera vuelta, partido que se saldó con victoria para los andaluces (3-2). Corría la duodécima jornada y el uruguayo fue titular.
Todo apunta a que también lo será este viernes en Riazor. Dejando atrás los problemas físicos que le negaron continuidad esta campaña, el charrúa fue uno de los protagonistas de la victoria del Málaga frente al Villarreal en la pasada jornada. Resultó un incordio para la defensa amarilla y provocó el penalti que terminaría dando la victoria a su equipo, por lo que se espera que José González vuelva a alinearlo en el once titular.
Ahora Rolan se enfrenta a una situación desagradable. Pase lo que pase entre Dépor y Málaga, el resultado será negativo para el delantero, pues es probable que el perdedor se despida definitivamente de la salvación, aunque aún restarían siete jornadas por disputar.