He esperado varias semanas para reflexionar y analizar el trabajo de José Luis Oltra a lo largo de la temporada. No lo tenía fácil. Llegó a un equipo en depresión tras un descenso traumático con una exigencia clara: ascender y, a ser posible, como campeón.
Las referencias del técnico valenciano eran positivas, y su llegada ilusionó a la afición. El comienzo no fue sencillo, y la irregularidad se adueñó de un equipo que era el rival a batir para todos los contrincantes. Cuatro derrotas en las ocho primeras jornadas, y las dudas en torno al rendimiento de dos de los fichajes, Ayoze y Jesús Vázquez, crearon un clima algo enrarecido en torno al equipo. Retoques inteligentes por parte de José Luis Oltra, y una adaptación a la categoría propiciaron que el rumbo del Dépor cambiara de manera radical. El cansancio apareció en el tramo final pero el ascenso se consiguió logrando una histórica cantidad de puntos.
Otro tema es su relación con los medios de comunicación. Todas las referencias en torno al entrenador valenciano hablaban de una persona cabal, dialogante y con las ideas claras. Todas estas características son las que me he encontrado en Oltra las dos veces en las que he podido a entrevistarle a lo largo de la temporada. No obstante, no puedo opinar, porque otro tema diferente es el día a día con los periodistas. El técnico no concebía que, en una categoría tan complicada como la Segunda División, no se destacara el mérito del equipo. No comprendía el porqué de las constantes dudas sobre un grupo que ha logrado un registro espectacular. Los intercambios dialécticos se convirtieron en algo habitual tras la finalización de cada partido. La realidad es que la buena gestión del grupo ha llevado a nuestro Dépor al éxito de regresar a la máxima categoría.
Quizás ahora llega el momento de la verdad. La próxima temporada será la más complicada para un José Luis Oltra, que no quiere repetir las sensaciones vividas con el Tenerife y su descenso. La base del equipo está ahí, y el acierto en las caras nuevas que se incorporen a la plantilla se convierte en una cuestión de gran importancia.
Me gusta el trabajo de Oltra, y creo que encaja a la perfección en el modelo del Dépor. En numerosas ocasiones, tendemos a ensalzar a los futbolistas cuando las cosas van bien y a criticar al entrenador cuando la situación se tuerce. Las críticas que hubiera recibido Oltra, en caso de no haber ascendido, serían mucho más llamativas que las alabanzas que se ha ganado por el ascenso. La temporada de José Luis Oltra al frente del Deportivo deja un agradable sabor de boca.