Desde que comenzase liderando la tabla clasificatoria en la temporada 2001-02, el Deportivo no había debutado en competición oficial con tan buen pie como en la presente edición.
Cuando Nelson Oliveira elevó el esférico sutilmente por encima de Andrés Fernández el pasado lunes en Riazor, certificó en el tiempo de descuento el mejor comienzo liguero del Deportivo de La Coruña desde la campaña 2001-02. El tanto del futbolista luso rubricó un 2-0 final que permite posicionar a los pupilos de José Luis Oltra como terceros clasificados en Primera División, tan solo por detrás de Barcelona y Betis, ambos con mejor diferencia de goles que los blanquiazules.
Lógicamente, esta circunstancia no es un índice fiable para predecir el devenir del conjunto herculino en la temporada venidera, pero sí que supone un importante golpe de moral para jugadores y afición después de su efímero paso por la Liga Adelante. Y es que hace ya 11 años que los coruñeses no iniciaban tan alto su andadura liguera. Por aquel entonces, le endosaron un contundente 4-0 al Valladolid en Riazor con dianas de Víctor, Makaay, Valerón y un Diego Tristán que a posteriori acabaría erigiéndose como máximo artillero del curso regular. Al término de las 38 jornadas, los coruñeses fueron segundos tras el Valencia de Rafa Benítez y, curiosamente, del ahora deportivista Carlos Marchena.
En este tiempo, los debuts en competición oficial del Dépor han sido bastante irregulares. Sin contabilizar el reciente choque ante el Osasuna, la entidad dirigida por Augusto César Lendoiro registra un balance de cinco triunfos, dos empates y cuatro derrotas. Sin embargo, la mayoría de dichas victorias se remontan a la etapa en la que Javier Irureta comandaba el banquillo y, salvo la cosechada frente a los pucelanos, todas ellas fueron por la mínima. De momento, tal y cómo aseguró el portugués Pizzi ayer mismo, los gallegos aspiran a seguir la racha en su visita a Mestalla.