Sin liga, con motivo del enfrentamiento que estaba programado frente al Reus, el Deportivo ha realizado esta semana 4 sesiones de entrenamiento. Y todas han tenido en común varios aspectos, entre ellos, el buen rollo y la tranquilidad que en todo momento han intentado transmitir desde el cuerpo técnico. Tras dos resultados adversos ante Alcorcón y Las Palmas, el Dépor quiere resetear. Así lo han reconocido también desde la propia plantilla. Después de los últimos sinsabores, quieren desconectar y cambiar el chip para encarar con fuerzas el tramo decisivo de la temporada.
Este mes de marzo se presuponía importante para el Deportivo. Sin embargo, todo se ha ido torciendo. Un empate y una derrota en los dos primeros partidos del mes han desdibujado un poco la hoja de ruta. Y la distancia en la tabla con los puestos de ascenso directo han provocado cierto nerviosismo en el entorno. Por eso, los jugadores han expresado en rueda de prensa la necesidad que tenían de limpiar la mente, de pasar página. Como en cualquier ámbito de la vida, el aspecto psicológico es decisivo en el deporte de élite. Y el fútbol no es una excepción.
Por ello, nada más concluir el partido ante la UD Las Palmas, Vicente Gómez apuntaba que al equipo le iba a «venir bien un parón». Sobre todo para «refrescar la mente, olvidarnos del fútbol y venir enchufados”. En la misma línea, Edu Expósito reconocía el miércoles que esta semana «viene bien para limpiar la cabeza, para afrontar el siguiente encuentro con la mente limpia y prepararnos para competir lo mejor posible».
También Borja Valle se sumó al discurso del reseteo este mismo viernes. «Es una semana totalmente diferente. Para limpiar y seguir adelante», pronunció. Parece obvio que, en el bache que está atravesando el Deportivo, el factor mental también entra en juego. La receta para remediarlo parece clara en el vestuario, ya la explicó el propio Valle: ir partido a partido, «centrarse en objetivos a corto plazo y no a largo».