Juan Domínguez siempre ha brillado ante el Celta y acumula tres victorias y un empate en este tipo de encuentros.
Quizás sea porque su tranquilidad y su frialdad relucen más entre toda la tensión y aceleración que produce un derbi. Quizás porque está más acostumbrado que la mayoría a jugarlos ya que llevaba toda la vida cruzándose con el Celta en categorías inferiores. Quizás porque posee más personalidad de la que algunos le atribuyen y la saca sobre todo en las grandes citas. Es difícil elegir el motivo, pero lo cierto es que Juan Domínguez suma ya cuatro derbis como profesional y en todos ellos ha firmado una gran actuación que ha ido siempre acompañada de buenos resultados: tres victorias y un empate.
Tras debutar de la mano de Miguel Ángel Lotina y no gozar de demasiada continuidad, fue precisamente en un derbi cuando entró en el once del Dépor para quedarse ya de manera prácticamente definitiva. Tras más de cuatro años sin verse las caras, el Celta visitaba Riazor en la 13ª jornada de la Liga Adelante 11-12 y José Luis Oltra contaba con las bajas de Jesús Vázquez (sancionado) y Borja Fernández (lesionado), por lo que decidió apostar por dar por primera vez la titularidad a Domínguez como acompañante de Álex Bergantiños. Y el canterano respondió de tal manera que ya no volvió a perder el puesto. En la segunda vuelta, en Balaídos, añadió a su buena actuación una brillante asistencia a Riki para el 0-1. Ambos derbis se tiñeron de blanquiazul (2-1 y 2-3).
De vuelta en Primera, al de Narón le costó arrancar y de hecho llegó a ver desde el banquillo los dos encuentros previos, pero Oltra volvió a confiar en él para la visita a Vigo y de nuevo el mediocentro fue uno de los protagonistas del encuentro, llevando el peso del juego blanquiazul y anotando el 1-1 con el que hasta el pasado lunes era su único gol en la máxima categoría. Para la vuelta, ya con Fernando Vázquez en el banquillo de Riazor, el Dépor, que llegaba colista, buscaba una victoria que le levantara la moral y le permitiera soñar con una remontada que parecía imposible y a punto estuvo de concretarse. El de Castrofeito tampoco lo dudó y, seguramente basándose en los antecedentes, dio por primera vez la titularidad al ’10’ para que dirigiera la que posiblemente fue la mejor actuación del Deportivo en toda la temporada (3-1).
Ahora, a sus 24 años y ya como uno de los capitanes de la plantilla, Juan Domínguez se convierte en una de las grandes esperanzas de la parroquia herculina para salir victoriosos ante el máximo rival. Por primera vez no tendrá a su lado a su amigo, ídolo y mentor Juan Carlos Valerón, gran responsable de sus buenas actuaciones al mostrarse siempre como un apoyo cercano por delante de él. El reto parece difícil, pero los derbis son su especialidad.