El futbolista luso enfila su retorno a la alta competición tras la rotura de ligamento cruzado sufrida el pasado mes de marzo, un largo proceso que ha devuelto a A Coruña a uno de los clásicos del vestuario en las últimas campañas.
Llegó, vio, venció y, seis partidos después, dijo adiós a la temporada. Ahora, ocho meses más tarde del episodio más duro de su carrera futbolística, Diogo Salomão encara la recta final de su vuelta a los terrenos de juego, una recuperación que ha transcurrido en silencio y siempre a caballo entre las instalaciones del Sporting de Lisboa y su barrio de toda la vida, A Reboleira, situado en Amadora.
El futbolista luso, que volvió a A Coruña durante el pasado mercado estival para iniciar su cuarta etapa en el Deportivo, afronta esta temporada el reto de reencontrarse con una categoría donde ya disfrutó de minutos, pero a pequeña escala. Mermado por una pubalgia durante buena parte del curso 2012-2013, Salomão ganó protagonismo de forma progresiva con la llegada de Fernando Vázquez, que contó con él como hombre de refresco en las segundas partes hasta que los problemas musculares volvieron a hacer su aparición.
Su regreso a la competición –todavía sin una fecha concreta- asoma como un soplo de aire fresco para un conjunto que trabajó a destajo durante el verano para dotar de calidad a su línea de tres cuartos, pero que hasta el momento no ha podido disfrutar en partidos oficiales de dos jugadores destinados a ocupar alguna de las posiciones de dicha parcela: Lucas Pérez y el propio Diogo. De hecho, en lo que va de Liga, hasta cuatro jugadores se han repartido los minutos en el costado izquierdo del ataque deportivista. Luis Fariña, Isaac Cuenca, Juanfran –que disputó unos minutos a pierna cambiada en el Sánchez Pizjuán- y Luisinho han sido los inquilinos de dicha zona.
Con tanta competencia como en cursos anteriores y la necesidad de recuperar el pulso del fútbol al alto nivel, la vuelta de Salomão a los entrenamientos grupales hace tres semanas también supuso el regreso de uno de los mayores conocedores del vestuario. A sus 26 años, el alegre jugador portugués es el octavo integrante de la plantilla con más tiempo en las filas del Deportivo, tras Manuel Pablo, Laure, Alberto Lopo, Juan Domínguez, Álex Bergantiños, Diego Seoane y Germán Lux.
Paradójicamente, y pese a haber estado siempre en el Deportivo en régimen de cesión, ha sido en el club herculino en el que el habilidoso extremo lisboeta ha desarrollado la mayor parte de su carrera futbolística profesional si exceptuamos su paso por el modesto Casa Pía de la capital lusa. Con un periplo de dos temporadas y media en A Coruña, Salomão ya ha disfrutado de más minutos con la zamarra blanquiazul que con la del Sporting, donde llegó a debutar en la Europa League con Paulo Sérgio como técnico de los ‘leões’. Ahora, de nuevo en Galicia, Diogo busca partir de cero en la ciudad que él mismo definió como “una segunda casa”.