El azar ha querido que el último artículo del año coincida con el día de Navidad. Ésta es la época del año en la que las personas muestran su lado más tierno y blando.
El azar ha querido que el último artículo del año coincida con el día de Navidad. Ésta es la época del año en la que las personas muestran su lado más tierno y blando. Quizás por ello me parece terminar este 2012 hablando de las cosas buenas que nos ha dejado el año. No quiero hablar del mal papel del equipo en Primera, ni del más que probable adiós de José Luis Oltra. Tampoco de los últimos incidentes entre jugadores y algún sector de la afición. No. Hoy no toca eso.
Son tiempos complicados para la hinchada blanquiazul y por eso, es un gran momento para recordar lo que nos dejó el año en Segunda. Fueron meses complicados al principio, que se encauzaron con una racha magnífica que llevó de nuevo al equipo a lo más alto del panorama nacional. Meses de orgullo absoluto cada vez que alguien paseaba con su escudo del Dépor por ciudades como Soria, Guadalajara, Tarragona y una larga lista más. Se trató de una reconciliación equipo-afición que se recordará durante muchos años.
Por eso echo la vista atrás y me resisto a creer que ese espíritu blanquiazul pueda correr riesgo de desaparición. Es el momento ideal para que la gente siga apoyando al equipo y continúe siendo ejemplo para el resto de España. Por eso, deportivamente hablando le pido al 2013 que el Dépor recupere su espíritu competitivo y logre una salvación que a día de hoy parece complicada. Yo creo, ¿tú crees?
Feliz Navidad queridos deportivistas.