Hacía tiempo que la afición del Dépor no se iba tan orgullosa de su equipo tras un partido en Riazor. Ni siquiera en algunas de las victorias. Porque el deportivismo por fin empieza a ver un equipo. Un grupo bien conjuntado que fue superior al Atlético de Madrid en casi todos los aspectos del juego. Faltó maldad en los últimos metros, donde ni Bakkali ni Fede supieron resolver con acierto todo lo bueno que creaba el colectivo, con ellos también en la receta. Todo ha cambiado tan rápido que Cristóbal parecería un mago si no fuera porque hay un problema con el que él no puede: la portería. No es exagerado decir que el conjunto blanquiazul no habría perdido si tuviera un meta de garantías bajo palos. Pero no lo tiene y, a día de hoy, esa es la dura realidad.
Repitió equipo el técnico y se repitieron las sensaciones con las que el equipo terminó el encuentro en Las Palmas. Solidez en el centro del campo, esta vez con agresividad desde el primer minuto, y un plan con la pelota. El protagonismo que se vislumbraba para Cartabia y Bakkali se confirmó, con los dos extremos acumulando el mayor número de acciones ofensivas blanquiazules.
En defensa el Dépor fue capaz de maniatar durante gran parte de los minutos a un Atlético que vino a Riazor a esperar. Con numerosas e importantes bajas, Simeone optó por poblar el centro del campo con una línea de cuatro mediocentros. El plan suele salirle bien cuando cuenta con Filipe para generar desde la izquierda, pero el ex deportivista fue una de las ausencias y ese carril fue menos peligroso.
La mayoría de las veces entraron por ahí los colchoneros, entregados al balón largo y a la segunda jugada, que ganaron en muchas ocasiones, aunque sin inquietar a Pantilimon. Tampoco tuvo demasiado trabajo Oblak, aunque el Dépor sí se acercó con más peligro al área visitante. Siempre con la verticalidad de Bakkali, entre el belga y Lucas Pérez le hicieron el lío varias veces a Juanfran y Savic, pero la decisión final sigue siendo la asignatura pendiente para el veloz extremo.
El Atlético salió con fuerza tras el descanso y decidió probar la cuestionada fiabilidad del portero blanquiazul. Sin despejar todas las dudas, al menos el rumano intervino con acierto en los dos primeros disparos a puerta que recibió de Griezmann y Gaitán. Godín también estuvo en un saque de esquina, pero su remate se fue desviado, como el de Guilherme en la otra portería, también en un córner.
El equipo llegó justo de fuerzas a los últimos minutos y eso no ayudó a la ya recurrente falta de ideas en el último tramo. Borges y Luisinho tuvieron que retirarse con problemas físicos y eso limitó la capacidad de maniobra de Cristóbal, que apostó por Andone como revulsivo. El Atlético pareció conformarse con el empate y tampoco dejó espacios, pero sí aprovechó la ambición blanquiazul. En la última contra del encuentro, Sidnei cometió una falta en la frontal. Thomas lanzó un misil al palo del portero y Pantilimon ni se movio.
FICHA TÉCNICA:
RC Deportivo: Pantilimon; Juanfran, Schär, Sidnei, Luisinho (Navarro, min.82); Borges (Mosquera, min.75), Guilherme, Valverde; Cartabia, Lucas, Bakkali (Andone, min.75).
Atlético: Oblak; Juanfran, Godín, Savic, Lucas; Thomas, Gabi, Augusto (Gameiro, min.60), Saúl; Griezmann (Giménez, min.80), Correa (Gaitán, min 46).
Goles: 0-1: Thomas, min.90.
Árbitro: Álvarez Izquierda. Amonestó a Juanfran, Luisinho, Andone y Sidnei el Dépor y a Griezmann, Savic en el Atlético.
Incidencias: Estadio de Riazor. Partido correspondiente a la 11ª Jornada de Primera División.