En un principio, la mezcla Deportivo – Natxo González – Fede Cartabia no parecía destinada a tener éxito. En el dibujo del nuevo técnico blanquiazul no hay lugar para los extremos, al menos en el plan A, y el argentino siempre se había desenvuelto pegado a la línea de cal. Por más que le gustase coger el camino hacia el centro para exhibir su disparo, el sitio de Fede estaba en un costado. Si Natxo quería contar con él debía reubicarlo.
El preparador no esquivó el reto. Consciente de la calidad del zurdo, que debe ser diferencial en Segunda, optó por colocarlo en punta. Porque el vasco concibe el fútbol con dos delanteros, pero en los últimos encuentros, y también con el Zaragoza, ha demostrado que no tienen por qué ser siempre puntas clásicos, referencias de área. Y en esa nueva posición es posible que Fede haya encontrado su sitio para crecer en el Dépor… y también como futbolista.
Menos participación, menos toques de balón pero produciendo mucho más para el equipo. Esas interminables diagonales que pocas veces salían rentables bien pueden acabar convirtiéndose en posiciones de disparo sin obligarlo a un esfuerzo tan grande. Porque Cartabia tiene la capacidad de girarse y amenazar desde la frontal, pero también ve el fútbol con claridad para dar el último pase. Se trata, en definitiva, de pedirle que piense rápido antes de tomar la decisión y luego actúe, en lugar de improvisar mientras trata de driblar rivales cruzando el campo.
Ante Valladolid y Langreo, gol y asistencia, demostró que cada vez entiende mejor su nuevo rol. Incluso dejó varios momentos de conexión con Carles Gil en la mediapunta, una pareja que está llamada a ser clave en la lucha por el ascenso. A lo que siempre hay que añadir el factor del talento puro que acaba ganando partidos de la nada.
No se sabe todavía qué pasará con su futuro, aunque tanto Carmelo como Tino Fernández son optimistas en cuanto a su continuidad, pero lo que está claro es que si Natxo González consigue optimizar los recursos que ofrece el argentino, el Deportivo tendrá mucho resuelto en ataque.