Si de algo puede presumir el Deportivo en este comienzo de curso 2016/17 es de haber configurado una plantilla equilibrada, en la que salvo en el caso de los centrales hay dos futbolistas compitiendo por cada puesto en el once titular. Las siete jornadas transcurridas han desvelado muchas de las preferencias de Gaizka Garitano: hombres como Lux, Juanfran, Albentosa, Sidnei, Mosquera, Borges, Bruno Gama o Florín Andone parecen indiscutibles para el entrenador. Pero si en una demarcación la batalla está especialmente igualada, esa es el lateral izquierdo, con el pulso entre Fernando Navarro y Luisinho.
Nadie habría apostado por el portugués hace tres meses, cuando el club le buscaba abiertamente una salida después de sus problemas de la temporada pasada. Ni siquiera cuando Garitano confirmó que se quedaría con él parecía que tuviese demasiadas opciones de ganarle la partida al veterano Navarro, asentado en el carril zurdo desde su llegada A Coruña. Sin embargo, Luisinho tuvo su oportunidad antes de lo previsto, en parte gracias a una lesión del catalán a principios de septiembre.
Lo cierto es que, tal como ha destacado el director deportivo Richard Barral en declaraciones a Riazor.org, Gaizka se las ha ingeniado para reconducir la situación de Luisinho. El de Porto parece tranquilo, integrado y especialmente dispuesto a aprovechar los minutos que el entrenador le conceda. Y con esa actitud, nadie puede poner en duda que tiene condiciones como mínimo para disputarle el puesto a Navarro, para provocar que el técnico se lo piense dos veces antes de decidir qué nombre escribe en el margen izquierdo de su pizarra a la hora de componer el equipo titular.
En el fondo es un dulce problema para el míster, que tiene a su disposición dos laterales de características muy distintas, manejables en función de las necesidades de cada momento o las exigencias de cada rival. Las garantías de Fernando Navarro se circunscriben a las labores defensivas, los puntos fuertes de Luisinho están en sus incorporaciones al ataque; y las debilidades de cada uno de ellos son exactamente las inversas.
Hasta la fecha, el ex del Sevilla ha disputado más minutos (345, por 325 de su competidor), pero el antiguo jugador del Benfica ha intervenido en más partidos (gana por 6 a 4). La igualdad es máxima y precisamente ahora que el calendario se complica, es a Gaizka Garitano a quien le toca decidir. El más defensivo, el más ofensivo o la rotación entre uno y otro. Las próximas jornadas dirán por cuál de las tres opciones se decanta.