El técnico reconoció que su equipo necesita mejorar para conseguir ganar en Riazor, y aprovechó la rueda de prensa para pedir disculpas por su expulsión.
Fernando Vázquez analizó el empate de su equipo en Riazor, al que todavía le cuesta ganar como local. «Viendo el partido en general, merecimos más. El equipo mejoró, consegimos dominar al rival y crear cierto peligro en algunos momentos. El resultado más justo hubiese sido que ganásemos el partido. Un error importante nos lleva a ponernos por detrás y a la alegría del empate. Como remontamos, no es exactamente lo mismo. Pero creo que el equipo estuvo un poco mejor y el fútbol no nos dio lo que merecemos».
Reconoció además el gran partido de Wilk, justamente un hombre al que sustituyó un minuto antes del gol del Zaragoza. «Quizá el equipo se sorprendió un poco. Íbamos 0-0 y hay que tomar decisiones para buscar gol, intenté hacerlo con Luis quedándome con Juan Domínguez y Culio detrás. Pasando a un 4-4-2. Buscaba más gente en el área, en algunos momentos es importante estar en el área y llegar».
Por otro lado, el preparador gallego se mostró satisfecho con el rendimiento de su equipo, pese al resultado. «Tenemos que mejorar, es cierto. Es posible que hoy se haya dado un paso hacia delante, pero hay que valorar quienes son los demás y quienes somos nosotros. Si perdemos esa perspectiva, igual nos equivocamos. Llevamos cinco goles en contra, cuatro a balón parado. Canta mucho decir cinco goles en contra y cuatro a balón parado. Dos faltas, un penalti y un córner. No son números alarmantes, pero canta que de cinco goles solo nos marcasen uno en juego dinámico», apuntó.
Sobre su expulsión, reconoció que no sabe qué interpretó el árbitro para expulsarlo. «Yo solo protesté una falta de Arizmendi que se iba al área. Cuando el árbitro ya se fue, tiré una botella de agua contra el banquillo. Es difícil interpretarme, no se qué interpretan los árbitros en esos momentos. Tengo derecho a enfadarme conmigo mismo. Con la primera amarilla, me enfadé conmigo. Reaccioné de forma estúpida, por lo cual pido perdón. Si el árbitro cree que lo menosprecié, no era así. Es una actitud que no me puedo permitir, y mucho menos delante de mi afición», se disculpó
En cuanto a la expulsión de Luisinho, explicó que el colegiado fue excesivamente riguroso. «Luisinho debería ser consciente de que tiene una amarilla, actuó de forma incorrecta. Pero si realmente miras la falta en sí, en directo, si eso es tarjeta amarilla, la patada de Arizmendi de la primera mitad… Para expulsar a un futbolista, deberías pensarlo y repensarlo. Él tentó al demonio y el árbitro actuó en consecuencia», sentenció.
Paco Herrera: «No estoy dispuesto a tener más dolor»
El técnico del Zaragoza compareció en la rueda de prensa con una idea en mente, «ver la botella medio llena». Reconocía el preparador que se acabó el lamentarse pese a que les hayan empatado en el descuento. «No estoy dispuesto a tener más dolor. El tiempo que llevamos, en el tiempo que estoy aquí, son todo situaciones así, dolorosas. Se acabó el pasar más dolor, así nunca arrancas. Hay que darle la vuelta y ver la botella medio llena».
Analizó el encuentro de sus hombres, con los que se va muy contento por la cara ofrecida en Riazor. «Hemos hecho un buen trabajo, los jugadores han cumplido con las ideas que habíamos preparado. En la segunda parte no hemos estado bien por nuestra culpa. Hemos dejado de tocar rápido, queríamos la pelota, la tocábamos y dejábamos que se nos echasen encima. Tocando más, hubiésemos hecho mejor segunda parte. Nos hemos enfrentado a un buen equipo, que va a estar arriba seguro».
Se lamentó de la lesión de Paco Montañés, algo que le preocupa más que los dos puntos que se han dejado en A Coruña, y además explicó como vieron el gol del Deportivo. «En el gol de ellos, esperábamos un centro. Leo toma una primera decisión y los jugadores están pendientes del centro, pero Culio decide lo más difícil y le ha salido perfecto. No puedo echarle la culpa a nadie, nadie espera esa situación».