Fernando Vázquez, entrenador del Deportivo, analizó el triunfo del Deportivo ante la Ponferradina. Los coruñeses encajaron en la segunda mitad, y en apenas dos minutos le dieron la vuelta a un partido que parecía imposible. Un gol en propia puerta y otro de Çolak en el descuento hacen que el descenso esté tres puntos más lejos.
Primera parte de dominio y segunda de sufrimiento
El técnico herculino explicó que el Deportivo «salió un poco a controlar, a esperar el contraataque ante un equipo que ya había dicho que nos iba a poner dificultades. Lo hacen de forma simple, pero metiendo en problemas a todos. En el primer tiempo tuvimos opciones, tampoco estuvimos muy frescos, nos faltó chispa con respecto a otros partidos. A pesar de que tuvimos cuatro días de descanso, hay que valorar cómo llega el equipo.
En el primer tiempo veía bastante fácil poder llegar por fuera, con posibilidades. Incluso podría decir que el equipo rival no me parecía de la entidad que esperaba. Pero en la segunda parte nos hundimos, fuimos hacia atrás y ellos nos apretaron, presionaron alto y no teníamos capacidad para salir y tener alguna contra.
Nos hacen el gol y yo ya tenía preparados los cambios y lo que iba a modificar. Es un equipo con opciones de playoff, esa situación que tenían pensaba aprovecharla con 0-0, no perdiendo. Esto dificultó que la revitalización de los cambios, con calidad por dentro y velocidad por fuera, no funcionase. El carril de Hugo y Mollejo estaban mejor tapados, algo que con el empate a ceros no ocurriría y nos impidió reaccionar con fuerza. Pero conseguimos remontar. No vi al Dépor en una situación suprema en cuanto a condición, ellos me dijeron que estaban bien, pero nos faltó algo de chispa».
Borja Valle en el lugar de Uche Agbo
Además, Fernando Vázquez sorprendió con la inclusión de Borja Valle en el centro del campo. «Con él buscaba más calidad en el pase, está capacitado para filtrar pase, para hacer un cambio de orientación. Incluso para buscar a los puntas con facilidad, ya que tiene un golpeo exquisito. Busqué creatividad en el centro del campo, para ver si con Aketxe y Çolak buscábamos una opción de centro favorable para nuestros delanteros. Quería más control técnico en el mediocampo».
Muchos jugadores de remate pero pocos centros
Reconocía el técnico que la idea era que «con una línea adelantada, se buscase a Claudio con más facilidad en la primera parte. En la segunda, saqué gente por fuera, pero los carriles estaban bien tapados al ir ganando. Ellos se lamentarán por meterse atrás. Con Borja, Aketxe y Çolak no había que buscar el exterior. Ellos podían hacerlo, pero no lo hicimos con mucha frecuencia, es algo que hay que mejorar y entrenar».
El vestuario, «estallido de alegría e ilusión»
El propio técnico reconocía que «cuando un equipo remonta en los últimos minutos un marcador adverso, es un estallido de alegría e ilusión. Mi equipo está así ahora. ¿Qué significa? Significa que ahora tenemos 44 puntos, nos falta ganar dos partidos para la permanencia del Depor, que era el objetivo para el que vine. Significa sumar y que el objetivo esté más cercano».
Un gol con sabor a despedida
«No es la primera vez que pone un mensaje así. No tengo ni idea de qué va a pasar con él, será cuestión de hablarlo más adelante. Estamos contentos con él. Tenemos un gran grupo, estoy orgulloso y la relación entre todos es extraordinaria, sabían lo importante que era este partido. Si el otro día era oxígeno, hoy el equipo dormirá con una sensación maravillosa».
En cuanto a cómo celebró el gol, «la palabra es éxtasis, sí. Hay goles que te hacen sentir de forma especial. El empate no, pero el segundo, que es una victoria se destapa la botella de champán y todos nos volvimos un poco locos. Si la victoria en Elche era importante, esta es fundamental para el objetivo final».
Creía en la remontada
«Claro que creía, tenía armas suficientes para marcar gol. Pero había momentos que teníamos que estar muy presionantes y los futbolistas parecían despistados. Hubo momentos en los que pensé que el equipo no iba. No estuvimos intensos, listos, rápidos, ni con chispa, no estuvimos sobrados».
Pensar en el playoff, falto de humildad
Para Fernando Vázquez, pensar en el playoff «sería inapropiado, vanidoso y falto de humildad. No sería apropiado. Pensar así no sería positivo para el equipo. Seamos prácticos, si llegamos a los 50 puntos, no nos vamos a ir de vacaciones. Pero en principio, el objetivo tiene que estar claro y hay que ser consecuentes y coherentes. Ganamos dos partidos más y quedan cuatro, pues lo intentamos. Lo haríamos desde otra mentalidad pero cambiar el chip no es fácil. Por otra parte, tendríamos la libertad y tranquilidad de que podríamos salir a ganar los partidos sin ese peso y responsabilidad que sufre el equipo».