«Ella se enfadó por la noche porque no la dejaba dormir. No paraba quieto». Rodrigo Álvarez es un joven aficionado deportivista de 28 años que aprovechó el descanso del partido para pedirle matrimonio a su novia Fátima Otero. Él no se puso nervioso cuando Álvarez Izquierdo pito el inicio del enfrentamiento entre el Dépor y Celta en un derbi gallego de altura. Tampoco lo hizo cuando Cani avanzó sin oposición en campo contrario, filtró un balón entre líneas y dejó a Álex Bergantiños solo ante Sergio previo al gol de Lucas. Ni siquiera lo hizo cuando Iago Aspas cayó en el área y Germán Lux sacó una mano milagrosa al disparo de Nolito desde los once metros. Hoy no era el día para eso.
Para él, para Rodrigo, deportivista de corazón, ésa no era en ese momento su gran preocupación. A su lado estaba su novia, Fátima, que en esos momentos le inquietaba más que cualquier desborde de Orellana o cualquier pase en profundidad de Daniel Wass. El derbi fue para Rodrigo una alegría doble. No solo el Dépor ganó ante el eterno rival en el partido más esperado del año, sino que también lo hizo él ante sus miedos. Fátima en ningún momento pronunció un ‘no’ por respuesta. «Ha salido redondo, no puedo estar más contento», nos cuenta.
Ellos presenciarían el derbi gallego desde Tribuna Superior y la primera intención era que sus amigos colgasen una tela con la proposición de Rodrigo en la grada de enfrente, en Preferencia. «Ésa era la idea, pero al ver la pancarta ya terminada pensé que no era lo suficientemente grande y a última hora cambiamos el plan y decidimos sacarla en Tribuna Inferior para asegurarnos de que podría verla».
Y allí estaban sus amigos en el descanso del derbi aguantando la tela con una sonrisa de oreja a oreja a la vez que Rodrigo hincaba la rodilla ante Fátima en la grada superior. «Le doy las gracias a Unai, Pops, Chete, Eli, Nute, Cholo, Candal, Morgui… lo han clavado». En el descanso le dijo a Fátima que una amiga común estaba en la grada inferior y que quería saludarla. Ella tenía que buscarla y lo primero que se encontró fue un gran cartelón con la propuesta inesperada de su novio. «Su primera reacción al ver la pancarta fue sonreír y seguir buscando a la supuesta amiga», indica Rodrigo. «En un principio no se enteró».
Aunque Fátima se esperaba que ese momento llegaría pronto no se imaginaba que su pedida fuese a producirse en un derbi gallego. «Ella ya sabía de mis intenciones de pedirle la mano y para conseguir despistarla llevo unos meses en los que, de broma y en distintas situaciones, me arrodillaba haciendo ‘el amago’ de pedirle la mano».
«¿Que por qué fue en un derbi?», contesta Rodrigo, «Para cualquier deportivista el derbi es un partido especial y único, y por el trabajo de Fátima sabía que no podría en cualquier partido, pero había pedido el día libre para ver este partido y pensé en hacer algo así. Sus padres, mi abuelo, su hermano, mi hermano… todos somos deportivistas. Yo soy de los que marca en la quiniela que gana siempre el Dépor y ella también. Si Dios quiere, nuestros futuros hijos también lo serán«. Que así sea.
El vídeo del desenlace:
El momentazo de la pedida grabado para la posteridad ?
Posted by Faty Faty on Domingo, 22 de noviembre de 2015