Domingos Paciência hizo bueno el refrán de «entrenador nuevo, victoria segura». Pero el partido ante el Málaga supuso mucho más que un triunfo. Los tres puntos sirvieron para constatar que en esta plantilla hay más calidad de lo que habíamos visto hasta ahora.
Domingos Paciência hizo bueno el refrán de «entrenador nuevo, victoria segura». Pero el partido ante el Málaga supuso mucho más que un triunfo. Los tres puntos sirvieron para constatar que en esta plantilla hay más calidad de lo que habíamos visto hasta ahora. Creo que José Luis Oltra tiene parte de culpa, porque se obcecó en un sistema y en unos jugadores, no realizando ningún cambio de hombres ni táctico en las últimas semanas. Y también creo que la actitud de los futbolistas en el encuentro ante el Málaga choca frontalmente con lo ofrecido en los últimos dos meses de competición. Lo más importante es encontrar la dinámica necesaria para que este último partido frente a los andaluces no sea una excepción, y se convierta en la línea a seguir del proyecto Paciência.
El portugués ha entrado con buen pie en el deportivismo. Lo primero, un discurso coherente y la esperanza de repetir los éxitos que alcanzó en su país con el Sporting de Braga. Después, una victoria con un estilo perfectamente marcado contra un rival de Champions League. Ahora llegan dos salidas exigentes a la par que ilusionantes, San Sebastián y Pamplona, donde debe confirmarse la mejoría.
Además la plantilla se ha modificado con las llegadas de los exatléticos Sílvio Azevedo y Paulo Assunçao, jugadores que pueden rendir a muy alto nivel con el entrenador portugués. Sílvio ya estuvo a las órdenes de Domingos, y se convirtió en un lateral derecho con gran proyección, pudiéndose acomodar también en la izquierda como pudimos comprobar en aquella famosa final de UEFA. No obstante, las lesiones y la falta de continuidad lastraron su crecimiento en su etapa en la capital de España. Por su parte, Assunçao aportará experiencia al centro del campo y mucho trabajo defensivo. De eso no tengamos duda. El año 2013 ha empezado bien y con ilusiones renovadas para el deportivismo, aunque el camino será largo y exigente.