Nunca se sabe, al menos a nivel competitivo, si un parón liguero conviene o no a un equipo. Sin embargo, en el Deportivo existe la certeza de que estas dos semanas sin fútbol tendrán, como mínimo, una lectura positiva: la puesta a punto de Joselu puede completarse en los próximos días. Si no se produce ningún contratiempo, el ariete podría estar en condiciones de entrar en la convocatoria de Gaizka Garitano para el compromiso de la duodécima jornada de la Liga Santander 2016/17, un Dépor – Sevilla fijado para el sábado 19 de noviembre a las 13:00.
La recuperación del delantero, llegado el pasado 31 de agosto a préstamo desde el Stoke City inglés, es una excelente noticia para el cuerpo técnico deportivista. Garitano dejó muy claro el protagonismo que Joselu iba a tener en sus planes entregándole la titularidad apenas once días después de aterrizar en A Coruña. Con muy pocos entrenamientos junto a sus nuevos compañeros el punta fue de la partida ante el Athletic de Bilbao, pero una durísima entrada de Raúl García provocó que su estreno no fuese más allá de los 24 minutos. Se estimó entonces que estaría al menos dos meses de baja, un plazo que está a sólo cuatro días de cumplir.
En su brevísima aparición con la camiseta blanquiazul, Joselu dejó destellos que invitaron al optimismo sobre lo que puede aportar al colectivo. Al Dépor le falta gol y el de Silleda tiene armas no sólo para marcarlos, sino también para moverse entre líneas y facilitar que sus compañeros los consigan. Condiciones nada desdeñables para un conjunto que sufre para herir a sus rivales y que, no en vano, está en su peor registro anotador en la máxima categoría desde 1973, tras haber hecho apenas 8 goles en las 11 jornadas transcurridas.
En estos 43 años, que incluyen 24 campañas en Primera División, sólo se encuentra un Deportivo con tan poca pegada como el actual. Corresponde al curso 2010/11, el del primer descenso herculino en los últimos años. Entonces también se hicieron 8 tantos en 11 citas, pero encajando uno menos que en la presente temporada. Desde el ascenso de 1991 son las dos únicas ocasiones en que el conjunto coruñés ha evidenciado una sequía tan alarmante, sin alcanzar siquiera la decena de dianas superado en dos jornadas el primer cuarto de la Liga. En la campaña 1972/73, que también concluyó con descenso a Segunda, el Dépor se quedó en 7 goles después de disputar once encuentros.
No son, desde luego, cifras alentadoras para un equipo que está sólo un punto por encima de la zona roja y que necesita urgentemente mejorar su rendimiento ante la portería enemiga para multiplicar sus posibilidades de salvación. Además del regreso de Joselu, fichado para sustituir a Lucas Pérez, el final del gafe vivido por Florin Andone es la otra esperanza a la que se aferra Gaizka Garitano. La gran incógnita es la aportación a medio plazo de Ryan Babel, incorporado precisamente tras la lesión de Joselu y que ha logrado un gol (más otro anulado de forma injusta en Granada) en 208 minutos sobre el terreno de juego.