Aleksandar Jovanovic se presentó esta mañana como nuevo portero del Deportivo. El serbio llega consciente de su rol, pero no renuncia a nada: «Voy a dar el cien por cien en cada entrenamiento y, si juego, en cada partido. Estoy listo para jugar, físicamente preparado. Estoy aquí para trabajar duro en cada entrenamiento, luego será el entrenador el que decida. Vengo para ayudar al equipo. Cuando Dani juegue, lo apoyaré al cien por cien. Haré mi trabajo, competiré por el puesto y trataré de entrenar al máximo para presionar de forma positiva a Dani«.
El meta contó que su llegada a A Coruña se produjo de forma imprevista: «Fue todo rápido y extraño. Me llamó mi agente el viernes y me dijo que había posibilidades de cambiar de equipo. Levante o Deportivo, dependía de varios factores. Necesitábamos esperar y ver cómo iba todo. Cuando me preguntó si quería venir aquí, dije que sí. Sé lo grande que es este club. Al final, a las 22:00 horas los clubs habían llegado a un acuerdo y estoy contento de venir».
Tiene referencias tanto del Dépor actual como de la época dorada: «Estoy contento por unirme a un club histórico. Sabía cómo estaba este año, pero también he escuchado hablar del pasado y veía partidos. Ha habido grandes jugadores aquí. Molina, Tristán, Valerón… y por supuesto Djukic. En las últimas semanas hablé con Sasa Jovanovic, que estuvo aquí hasta hace poco, y también con Insua, Luisinho, Mosquera y Juan Carlos». No quiso dar detalles, pero sí confirmó que el central de Arzúa estuvo a punto de hacer el mismo viaje a tierras gallegas: «Lo que puedo decir es que estuvo cerca de venir«.
Año y medio surrealista
Jovanovic confirmó que, en principio, podría jugar contra el Huesca a pesar de estar cedido y narró cómo ha sido su último año y medio, que prácticamente califica de surrealista: «Cuando llegué a España fue muy difícil porque yo no hablaba español. Y en Huesca la gente sólo habla español, nadie inglés. Fue complicado. Jugué varios partidos y después estuve sin hacerlo cuatro meses. En verano, el mercado fue como una película. Estuve cerca de firmar en Turquía, en el Ankaragücü, pero hubo un problema con la FIFA y después de siete días en Ankara regresé a Huesca. Ya tenían el equipo hecho, así que decidí irme a Dinamarca para no estar en el banquillo. He jugado y ahora estoy aquí. Estoy contento de no haberme ido a Turquía porque así he podido venir al Dépor».