Alberto Piñero, periodista de Goal.com y El Enganche.com entre otros, analiza a uno de los últimos fichajes del Deportivo.
Por Alberto Piñero | Madrid | @pineroalberto
No se resolvió su traspaso hasta ultimísima hora del mercado de fichajes. Cuando, irónicamente, debía ser uno de los jugadores más apetecibles de la teórica (y finalmente, materializada) diáspora de futbolistas en el descendido Real Betis. Se trata de Juanfran Moreno, el nuevo lateral derecho del Deportivo. O también, por qué no, el nuevo extremo derecho del Deportivo. Y sí, también podría ejercer en la banda contraria si fuera necesario. Y es que hablar del futbolista madrileño es hacerlo de un jugador polivalente, un multiusos, eso sí, de inusual eficacia. “Puede no ser un 9 en ninguna de las suertes del fútbol, pero es un 7 en todas y cada de ellas”, decía Jose Mourinho de uno de sus jugadores otrora en el Real Madrid. Y de igual manera se puede aplicar a Juanfran, un jugador de notable, juegue en la posición que juegue.
Una heterogeneidad y riqueza futbolística que aprehendió en la cantera del Real Madrid, de la mano de Alberto Toril. Juanfran llegó a La Fábrica en el verano de 2009, a punto de cumplir los 21 años, ya talludito tras pasar por el filial del Villarreal y del Getafe, club con el que llegó a debutar en Primera División y en la Europa League. Y seguramente gracias a ese bagaje, desde que llegó a Valdebebas Juanfran se convirtió en un fijo para el segundo equipo del Real Madrid. Primero en Segunda B, pero también en Segunda, tras contribuir decisivamente en el ascenso en 2012. Primero únicamente como extremo diestro, pero luego también como lateral derecho ante la falta de efectivos en el filial. Primero destacando por su vértigo y eléctrica técnica, pero luego también por su eficiencia y su privilegiado entendimiento del juego.
Y es que, lejos de ser el clásico ‘8’ regateador y centrador, el paso por la cantera del Real Madrid bajo la tutela de Alberto Toril hicieron de Juanfran un futbolista, en el sentido más amplio de la expresión. Un jugador que sabe gambetear, correr y asistir, pero también sabe cuándo recular, cuándo frenar el juego, cuándo toquetear el balón, y cómo defender, aun siendo un extremo nato. Sabe elegir, en definitiva. Como dirían esos entrenadores con tendencias filosóficas, Juanfran entiende el fútbol y no sólo juega al fútbol.
Asimismo, si hay otra cualidad que define a Juanfran es su profesionalidad, hambre, ambición y compromiso. Con la causa que sea. La del Getafe, la del Real Madrid, la del Betis, y ahora, seguro, la del Deportivo. De sangre caliente, racial, no le cuesta nada encenderse por sus compañeros y por su escudo. Raro es el día que no lo hace este espartano por naturaleza. Difícil verle bajando los brazos o escatimando esfuerzos. Su pundonor no le dejaría. Le señalaron en Heliópolis, después de un año para olvidar en general, por querer mejorar y/o decirlo clara y públicamente. Juanfran sabe que puede dar más a la Primera División de lo que lo ha hecho con Getafe, Real Madrid y, sobre todo, Betis. Será en A Coruña donde podrá desquitarse y alzar de nuevo la voz, como se esperaba que hiciera cuando hizo las maletas desde Valdebebas.