Julio Álvarez, actualmente segundo entrenador de la Ponferradina, analizó el Deportes COPE Coruña la situación actual del Deportivo. De hecho, su último club fue el Numancia, rival del Deportivo esta noche en Riazor. Para el exfutbolista, el equipo coruñés ha perdido la sintonía entre afición, cuerpo técnico y club por culpa del varapalo de Mallorca.
En la entrevista, explicó que «nosotros, mi quinta del 81 y años antes y después, vivimos la era del SúperDepor. Compitió con los mejores, se hizo con una historia y con títulos que le hicieron un club histórico. Yo que estuve en muchos equipos, si me tengo que quedar con dos equipos, me quedo con e Murcia y con el Dépor. Por lo que vivo yo en la ciudad, la gente, y las posibilidades de la ciudad. Las dos me da tristeza ver que han perdido la sintonía deportiva, para que la energía entre la gente y el club funcione. Ahora mismo no están en sintonía, no funciona el proyecto o no están dando con la tecla. Les está costando».
Para Álvarez, «desde mi punto de vista, opinión personal, creo que han cambiado el criterio de los primeros años. Ahora tienen un proyecto distinto al que yo vi el año pasado, eso puede dar resultado o no. Pero creo que han perdido el criterio deportivo a seguir. La idea de vamos a muerte con esto, creo que están dando demasiados tumbos. Reconozco que no es fácil, es un club histórico, tiene presión, no es fácil el día a día con esa presión de ascender. Eso hace daño en la mente de los trabajadores y de los futbolistas».
Prosiguió su reflexión recordando el ascenso fallido en Mallorca. «La experiencia me dice dos cosas, que me ha tocado vivir en primera persona. Cuando pasa una situación deportiva como la de ellos en este último playoff, que lo tenían todo de cara y parecía imposible que se le fuese de las manos, a veces la energía cambia 180 grados. Muchas veces cambia a favor y otras no tanto a favor. La situación del Dépor se tenía que esperar a ver el verano, fichajes, ver proyecto, entrenador, para ver si seguía esa sintonía en Riazor».
Agregó que «me acuerdo de las hogueras de San Juan y estuve en el partido contra el Mallorca. El Dépor no ha conseguido que la energía siga a favor, que sea como una ola gigante y siga la corriente para hacer el año buenísimo. Un poco como Osasuna, que a partir de la jornada 14 ganó todos los partidos. Se perdió la energía por el varapalo de Mallorca. Ser capaz de aceptar esa realidad es complicado. Están en esa energía revuelta, que aficionados, cuerpo técnico y club no están alineados. Es complicado que los resultados y todo vaya a favor. Para cualquier equipo jugar contra el Dépor son tres puntos de oro, a eso se le une que es más difícil ganar partidos, desde mi punto de vista me parece que van a tener un año muy complicado. Esto no quiere decir que en la jornada 6 se vaya a saber qué va a pasar, ojalá asciendan, pero tienen un año por delante difícil».
Julio Álvarez estuvo en pretemporada con Anquela, cuando el técnico del Deportivo le apuntó que «faltaban jugadores, que había temas enquistados como lo de Rolan. Lo típico de todos los clubes, a nosotros también nos pasa en un club más humilde. El míster está ante la oportunidad más bonita de su carrera, que nadie piensa que no quiere hacerlo lo mejor posible. No es una persona que vaya a buscar excusas. Va a trabajar, va a exigirles, va a estar a tope. Es una persona de fútbol. Está haciendo todo lo posible y más para buscar una identidad al equipo».
Reconoció que le sorprendió la llegada de Anquela como entrenador del Deportivo. «Hay otros perfiles de entrenador para clubes que quieren ascender que no eran el prototipo de Anquela. Yo llevo muchos años en el fútbol y sí me sorprendió. El Dépor tenía más imagen y más currículum como equipo para darle el equipo a Anquela en este momento. A Anquela lo veo en un momento como el de ahora, que hay que apretar, que este club necesita que vayamos todos en el mismo barco, lo veo preparado. Ha hecho de equipos humildes equipos que corren, el perfil de jugadores del Dépor Anquela lo puede entender bien. Cuando cambiaron el proyecto, cuando cambian a la segunda temporada, con conceptos y criterios diferentes, la gente pensaba que iba a venir un entrenador de más nombre. Yo me llevé una alegría personalmente, pero a bote pronto sí me sorprendió. Considero que un entrenador con hambre es más importante que a lo mejor uno que piense que va a pasearse con el Dépor cuando igual no tienes las herramientas que tenías antes», finalizó.