Justo a una semana de debutar en Saransk (Rusia) ante Perú, Dinamarca realizó este sábado su última prueba. Con resultado satisfactorio para sus intereses, derrotó por 2-0 a la Selección Mexicana en Brøndby. Y lo hizo sin Michael Krohn-Dehli en el once. El deportivista tuvo una participación testimonial, saltó al campo en el minuto 91 para disputar solo el descuento. En el amistoso anterior, ante Suecia, había salido de inicio.
El centrocampista del Deportivo se hizo con una plaza en la lista definitiva de 23, y será la segunda vez que acuda a un Mundial. En Sudáfrica ya entró en la convocatoria, aunque no dispuso de minutos y se quedó sin debutar. Ahora, a sus 35 años, Krohn intentará quitarse una espina que tiene clavada desde 2010. Acerca de su papel en Rusia, parece que claro que contará con un rol secundario. Hace algunas semanas, el seleccionador danés Age Hareide se refirió a él como el sustituto natural de un jugador importante: “Michael es probablemente el hombre que puede reemplazar a Christian Eriksen si le pasa algo”.
Con hueco en el combinado nacional, Krohn-Dehli tiene más difícil su continuidad en A Coruña. Aterrizado en la ciudad herculina en el mercado invernal, firmó por el Deportivo hasta julio de 2019. Sin embargo, con el descenso del conjunto blanquiazul a Segunda, y viendo el rendimiento del danés en sus 4 meses en el club, parece complicado que vaya a seguir la próxima temporada.
Sobrado de clase y talento, el exfutbolista del Sevilla quedó marcado por las dos graves lesiones de rodilla que padeció siendo jugador del equipo nervionense. En abril de 2016, sufrió una fractura-arrancamiento del polo inferior de la rótula izquierda. Una vez recuperado, en enero del año siguiente, se lastimó en el menisco de la derecha. Ahora, deberá concentrarse en la cita mundialista que tiene por delante. Luego, una vez Dinamarca quede eliminada, Michael tendrá que solucionar su futuro personal. Es uno de los jugadores de la actual plantilla deportivista con más papeletas para marcharse.