Una pitada tras el empate con el Valladolid y las recriminaciones a los jugadores fuera de Riazor dejaron claro que la hinchada herculina no aguanta más.
«Estamos a un punto de la salvación». Así resumió José Luis Oltra, con optimismo, el empate ante el Valladolid. Un mensaje y un resultado que han colmado la paciencia de un estadio de Riazor que no dudó en silbar a su equipo nada más finalizar el choque ante los pucelanos, y que repitió la misma actitud cuando los futbolistas blanquiazules acudieron al centro del campo a agradecer a sus hinchas el apoyo mostrado durante los 90 minutos.
La situación es complicada. Lendoiro y Álex Bergantiños hablaron hoy de mala suerte, pero, con el conjunto coruñés en esta situación, el juego se obvia y los resultados mandan. La afición deportivista, impecable durante los últimos años y gran culpable de los éxitos y las resurrecciones del club, hoy se cansó de no ganar y un sector mostró su peor cara.
Un grupo minoritario de seguidores blanquiazules increparon a varios jugadores cuando éstos salieron del estadio. Con Aythami Artiles y Abel Aguilar la situación fue más tranquila, ya que ambos futbolistas mantuvieron una conversación con varios simpatizantes al lado del Palacio de los Deportes de Riazor. Allí les recriminaron salir por la puerta de atrás del recinto coruñés y -según ellos- la falta de actitud en algunos partidos -como en la primera mitad en Vallecas- aunque siempre desde el respeto. El canario y el colombiano reconocieron que hubo momentos en los que el equipo no estuvo a la altura, pero decidieron marcharse cuando otro grupo de hinchas se acercó con peores maneras, recordando a los protagonistas sus salidas nocturnas y sus malos resultados con tono amenazante, insultos y palmadas en la espalda.
Por otro lado, en la puerta 0 la situación fue peor. Otro grupo, esta vez de unos 30 aficionados, no dudó en cargar de forma directa contra diferentes jugadores del Deportivo como Diogo Salomão o André Santos por -en palabras de los seguidores- su escasa ambición y por la ausencia de victorias. La policía estuvo presente y no hubo mayores problemas, aunque sí es cierto que varios miembros de la plantilla deportivista tuvieron dificultades para alejarse de los aledaños de Riazor.
La situación no fue tan tensa con jugadores como Laure, Álex Bergantiños, Valerón o Riki, a los que la totalidad de la grada mostró su apoyo en todo momento.