El principal motivo de la desnaturalización del próximo O Noso Derbi estriba en el reciente descenso del Deportivo, pero lo cierto es que, salvando las evidentes distancias, el Celta también llega al envite del sábado inmerso en dudas con respecto a su futuro inmediato. La 2017-18 ha sido una temporada decepcionante para el conjunto vigués, y probablemente ha sido la primera vez que el proyecto celeste da un paso atrás en el último lustro. El Celta afrontaba la marcha de Eduardo Berizzo con la intención de dar continuidad al excelente trabajo realizado por el técnico argentino, pero tras más de nueve meses bajo las directrices de Juan Carlos Unzué, todavía sigue siendo un equipo en construcción.
Tras alcanzar las semifinales de Europa League la pasada temporada, el objetivo del conjunto olívico pasaba por asentarse como un habitual en la zona media-alta de la clasificacón y, a poder ser, regresar a la competición continental. A tres jornadas para la conclusión de la liga, parece complejo que el Celta vaya a ser capaz de alcanzar la séptima plaza, que actualmente se encuentra a cuatro puntos de distancia.
Quizás lo más decepcionante de la temporada del Celta reside en la sensación de oportunidad perdida. Este año, Iago Aspas ha alcanzado su punto álgido, tanto a nivel anotador como a nivel de influencia en el juego celeste, y ha estado bien acompañado en el ataque por Maxi Gómez, que se ha destapado como un rematador eficaz y ha contribuido a la causa con una notable cuota de goles. Sin embargo, la mejor versión del de Moaña no se ha visto acompañada por un crecimiento global del equipo. Varios jugadores han completado una temporada discreta, por debajo de sus prestaciones anteriores, y Juan Carlos Unzué no ha sido capaz de darle forma al proyecto celeste. La fragilidad defensiva y los errores de bulto han acompañado al conjunto vigués durante toda la temporada, sin que el técnico navarro haya encontrado el modo de solventarlos. De hecho, la directiva del Celta ya le ha comunicado al actual entrenador que no seguirá la próxima campaña. Además, un nuevo problema de indisciplina de Emre Mor y las recientes declaraciones de Daniel Wass, en las que afirmó que no le importaría salir de la entidad celeste para jugar en Europa —algunos medios apuntan a un posible interés del Valencia—, propician que los vigueses también afronten O Noso Derbi envueltos en una atmósfera de incertidumbre.