El Deportivo se enfrenta hoy al Athletic de Bilbao en San Mamés envuelto en dudas, tras diez jornadas sin conocer la victoria, y con una zaga mermada. No sólo porque los blanquiazules han dejado de ser aquel equipo que era un cerrojo para los rivales y de los que menos ocasiones concedía, sino también por la ausencia de hombres clave en la retaguardia como Sidnei. A esta baja hay que sumar la amenaza que se cierne sobre otros integrantes de la línea defensiva del Deportivo.
Es el caso de Juanfran y Fernando Navarro, que vieron su cuarta cartulina amarilla por sendas faltas a Peñaranda, toda una pesadilla para los blanquiazules el pasado fin de semana ante el Granada. Navarro, que ejerció como central en detrimento de otros compañeros como Lopo, no quiso mojarse sobre el hecho de que ocupase esa posición. Su dupla en el centro de la defensa, Arribas, también está a dos partidos de la suspensión, con lo que deberá tener cuidado los próximos partidos.
A las cuatro tarjetas con las que cuenta Juanfran en su haber, se suman las mismas de su homólogo en el otro lateral, Luisinho. El luso, que no acaba de tener la continuidad deseada esta temporada, podría ausentarse también el choque ante los malacitanos si viera una nueva cartulina. Víctor ya vaticinó que habría cambios de cara al duelo en San Mamés, y a la vista del gran número de apercibidos, podría haber trueques de hombres en la defensa con vistas al encuentro del fin de semana en Riazor.
Antes de ese partido, hoy el Deportivo tendrá que intentar domar a los leones con una zaga amenazada por las tarjetas y que ha perdido la contundencia de la primera vuelta. El estadio bilbaíno, que históricamente se le ha dado bien a los deportivistas, se representa como un buen escenario de redención.