En los primeros 45 minutos le tocó defender a Cristiano Ronaldo, segundo máximo goleador de la Liga y máximo goleador con mucha diferencia de esta edición de la Champions League.
Cuando el portugués se fue a la banqueta propiciado por un encontronazo con Alejandro Arribas, a Manuel Pablo le tocó bailar con Gareth Bale, un tormento para cualquier lateral. Y cuando Zidane le dio descanso al galés de cara a la final de Milán, salió Jesé Rodríguez en ese costado.
En momentos, Manuel Pablo se resignaba e incluso sonreía a sus compañeros, tal y como podemos apreciar en el vídeo que le han dedicado los compañeros de El Día Después. Y es que 40 años no paran a este terremoto canario que todavía no quiere dejar el fútbol profesional.