La llegada de Javi Camuñas deja casi cerrada la plantilla con la que José Luis Oltra buscará la salvación esta temporada. Augusto César Lendoiro confirmó en esa presentación, que esperará al tramo final del mercado veraniego para buscar la guinda al grupo de jugadores del conjunto deportivista.
Las pruebas realizadas hasta la fecha indican que el equipo necesita mejorar. A pesar de las dificultades económicas, la dirección deportiva ha logrado cerrar un grupo compacto e interesante que necesita compenetración.
La portería es la línea que menos variaciones ha sufrido. Aranzubia será un año más el guardameta titular, mientras que Germán Lux aguardará su oportunidad. La defensa ha sufrido cambios muy importantes. Sin Colotto ni Morel, Marchena ha llegado para cubrir el importante hueco que deja el argentino. Roderick, también central, y Evaldo, lateral izquierdo, tienen mucho que demostrar todavía.
En el centro del campo se mantiene gente muy importante del año pasado. Juan Domínguez y Alex Bergantiños tiene por delante la misión de demostrar su valía en la máxima categoría. Abel Aguilar y André Santos, convocado con Portugal, completan una línea que también cuenta con Jesús Vázquez. En las bandas, Bruno Gama y Salomão estarán acompañados por Pizzi y Camuñas. En la parcela ofensiva, Juan Carlos Valerón guiará un año más a un Dépor que cuenta con Riki, Nelson Oliveira y Bodipo.
Este repaso a grandes rasgos de la plantilla deportivista, nos lleva a la pregunta del millón. ¿Es este grupo lo suficientemente competitivo para mantenerse en Primera División? En caso de fichar, ¿qué demarcación reforzarías?
Todavía es pronto para conocer el potencial real de esta plantilla. La igualdad será la nota predominante de una Liga que cabalga sin disimulo hacia el bipartidismo. El resto, con diferencias obvias, se mueven en un escenario en el que la regularidad será la clave para conseguir objetivos. La llegada de un delantero contrastado cerraría una plantilla que me ofrece algunas dudas en la zona defensiva. Oltra deberá trabajar de manera especial con una zaga bastante renovada.
A pocos días del inicio, un cosquilleo se adueña de una afición ávida por presenciar el regreso de su equipo a la máxima categoría. Un año duro a la par que ilusionante.