Fabricio Agosto no es un meta desconocido para el deportivismo. Han pasado seis años desde su estreno en Riazor. Tras la lesión de Germán Lux, el canario tiene asegurada su titularidad con la misión de defender otra vez la portería del Deportivo.
Fabricio debutará como titular en liga, y también jugará su primer partido en casa desde que regresó el pasado verano. Pero no es la primera vez, pues todos los deportivistas recuerdan el premio que Miguel Ángel Lotina otorgó a Gustavo Munúa y Dudú Aouate tras su incidente en enero de 2008: ambos apartados y el canario titular. Aquel portero tenía 20 años y era un joven inexperto que se mostraba dubitativo en algunas acciones. La opinión general del aficionado era que aún estaba demasiado verde como para jugar en Primera División. Tras seis partidos, Lotina decidió devolver a Aouate al once. La hora de Fabricio había terminado. La temporada siguiente volvió al Fabril y finalmente abandonó el club en verano de manera un tanto polémica.
Después de una temporada en Valladolid en la que solo participó en un encuentro, terminó cedido en el Recreativo de Huelva, en donde jugó 40 partidos de Segunda División. Al año siguiente firmó por el Betis, con el que disputó un total de 17 partidos en dos temporadas. Ahora ha vuelto al Deportivo y sus manos acumulan más balones blocados, más fútbol, más experiencia. Poco queda de aquel chico nervioso que se vio hace seis años. Ahora, Fabricio es más portero.
En la jornada pasada, el de Vecindario salió para sustituir al lesionado Germán Lux y, tras unos primeros minutos donde se mostró dubitativo, resolvió la papeleta con una buena actuación. En la segunda mitad ofreció al equipo mucha seguridad por alto, algo que agradeció la defensa.
Este sábado tiene la oportunidad de demostrar ante su público que es un cancerbero a tener en cuenta y que se puede confiar en él. Fabricio vuelve a Riazor, ha llegado su momento y no parece que le vayan a temblar las manos.