A nadie se le escapa que el objetivo final de toda competición es ganar. Pero el espíritu deportivo va mucho más allá de eso y respetar al adversario, saber que tan importante es ese triunfo como contra quien lo consigues, es algo que no siempre se valora lo suficiente. Sí parecen tenerlo claro en Alemania, donde los cuatro grandes del momento, Bayern de Munich, Borussia Dortmund, Bayer Leverkusen y RB Leipzig, han dado una lección solidaria destinando 20 millones de euros para colaborar con el resto de clubs profesionales de la Bundesliga que están sufriendo por la crisis sanitaria del coronavirus.
Empezarán por renunciar a 12,5 millones por derechos televisivos que todavía no han sido repartidos y a mayores pondrán otros 7,5 millones de sus arcas para paliar los problemas económicos que puedan afrontar sus rivales. Será la propia Bundesliga, que ya ha expresado su temor a que muchas entidades sufran crisis financieras, la encargada de distribuir ese dinero.
En un momento donde ya ha habido grupos de jugadores que han aceptado voluntariamente reducirse sus salarios, los grandes mandatarios tienen claro que es momento para colaborar entre todos. Rummenigge, director general del Bayern, así lo explica: «En estos tiempos difíciles, es importante que los hombros más fuertes sostengan a los más débiles«. En esa línea fue Watzke, del Borussia Dortmund: «Nuestro club está teniendo un impacto grande en la sociedad por diversas iniciativas. Estamos preparados para ayudar a otros equipos profesionales si se trata de aliviar los efectos económicos de la pandemia».
El contraste con dos de los grandes equipos de LaLiga española
Más allá de las situaciones socioeconómicas de cada país o la propia salud financiera de la Bundesliga y LaLiga, sí llama la atención el contraste de esta iniciativa con lo que está sucediendo en España. La preocupación por el golpe económico por la crisis del COVID-19 es alto en los clubs más modestos, pero tampoco es que los grandes trasatlánticos estén para tirar cohetes. De hecho, Barcelona y Atlético de Madrid, dos de los tres equipos con más ingresos del panorama nacional, no sólo no pueden arrimar ese hombro del que habla Rummenige, sino que han sido los primeros en poner en marcha un ERTE al no poder afrontar la situación con garantías ante la reducción de ingresos.