Sacamos la libreta y analizamos algunos detalles que dejó el Deportivo 3-3 Rayo Vallecano. El equipo coruñés llegó a ir perdiendo por 0-2, pero al final sumó un punto. ¿Qué sucedió a lo largo de los 90 minutos? Ponemos el foco en cinco claves:
Primeras partes desperdiciadas
El Deportivo volvió a entrar tarde al partido. No habían pasado ni 40 segundos desde que Vicandi Garrido señalara el inicio, y el Rayo ya mandaba en el marcador (0-1). A la dificultad que tiene de por sí plantear un partido en cualquier situación, hay que añadirle el contexto actual. Y a Fernando Vázquez, últimamente, le está costando dar con la tecla, acertar con los nombres. La norma de los 5 cambios se presuponía decisiva en el regreso del fútbol. En el caso del Dépor, este factor se ha acentuado.
El equipo coruñés tiene la mala costumbre de remar contracorriente con demasiada frecuencia, de desperdiciar los primeros 45 minutos. Pasó contra el Oviedo y se repitió contra el Rayo. Sin embargo, en ambos casos, Vázquez ha sabido corregir, modificar el guion con los cambios. Esta jornada, por primera vez desde que dirige al Dépor en la segunda etapa, salió con defensa de 4 (4-2-3-1).
Le duró 45 minutos. Al descanso, triple cambio: Hugo Vallejo, Çolak y Christian Santos por Salva Ruiz, Álex y Keko. Y nuevo dibujo, claro: 3-5-2. No era el día de los laterales. Salva no estaba fino, ni ataque ni en defensa, y Bóveda mudó de posición, pasó a la línea de 3 centrales. Con los carrileros, con Mollejo y Vallejo, Fernando buscó verticalidad. Y la consiguió. Sobre todo con el segundo. Además, por dentro, el Deportivo combinó mejor, tuvo un juego más fluído.
Las ocasiones, para el segundo tiempo
Le está costando al Dépor últimamente generar ocasiones en el primer tiempo. O lo que es lo mismo: tarda mucho en empezar a generar peligro. Y contra el Rayo no lo hizo hasta el minuto 30, por medio de Koné. El marfileño conectó un disparo lejano, desde tres cuartos de campo, que se marchó desviado. Fue la primera aproximación clara. Previamente, el propio Koné y Keko habían intentando sendos disparos también desde fuera del área, pero ambos habían sido interceptados por la zaga rayista.
El Dépor sufría para llegar con peligro, necesitaba masticar demasiado la jugada. Mientras que el Rayo, con sus transiciones rápidas, se plantaba en el área con bastante facilidad. No en vano, de los 11 disparos que hizo el equipo de Paco Jémez en el partido, siete se produjeron durante el primer tiempo. En los segundos 45’, el equipo coruñés se sintió más cómodo.
Aketxe, dónde y cómo
La primera piedra de la remontada la puso Christian Santos con su gol. Sin embargo, parece difícil no hablar de Ager Aketxe. Justo antes del parón, el centrocampista vasco atravesaba un momento muy dulce, ahora, ya recuperado de su lesión, ha vuelto en modo salvador. No es el número de balones que toca, es dónde y cómo. Casi siempre en campo rival, casi siempre hacia delante, casi siempre dando continuidad al juego. Además, ante el Rayo, hizo un gol desde los 11 metros. En primera instancia había errado el penalti, pero en la repetición no perdonó. Es más, lo clavó en la escuadra.
Uche Agbo, entre área y área
Si a alguien le ha venido bien el parón ha sido a Uche Agbo. En enero aterrizó en A Coruña fuera de forma, sin ritmo de partidos. Ahora, en la reanudación, ha llegado su momento. Ya dejó detalles, de colocación sobre todo, ante el Oviedo. Y vs Rayo se reafirmó. Uche no es un box to box, no va de área a área, juega entre área y área. Y ahí, llega a todas partes, abarca muchos metros. En esta jornada pasó de jugar en el doble pivote con Álex durante los primeros 45’, a estar escoltado -en el segundo tiempo- por Çolak y Aketxe en los interiores. Justo ahí, con el turco y el vasco por delante, fue donde más lució.
La lesión de Peru
Ante el Rayo no estuvo fino, sin embargo, Peru ha demostrado por activa y por pasiva que es fundamental en este Dépor. Por eso, su lesión ha sido el punto más negativo del sábado. Según el parte médico oficial, sufre “una entorsis en su tobillo derecho”. A priori, mucho menos grave de lo que podía parecer en un primer momento. Pero en un calendario tan comprimido, con tantos partidos en tan pocos días, cualquier mínima dolencia se vuelve un contratiempo mayúsculo. Que vuelva lo antes posible será la mejor noticia para el Dépor.